Esta noticia volvió a alertar a las autoridades sobre las masivas olas migratorias. Rosa Ramírez le había insistido a su hijo, Óscar Martínez, que no se fuera a Estados Unidos por la dificultad de cruzar la frontera. A pesar de la advertencia de su madre, en abril pasado, Óscar decidió iniciar la travesía junto a su esposa, Tania Ávalos, y Valeria, su hija de casi dos años. Dejaron su país en busca de mejores oportunidades de trabajo, para poder comprarse una casa y cumplir con su sueño americano.
Por desgracia, la suerte no acompañó a la pareja, ya que cuando trataban de cruzar a Estados Unidos desde México, Óscar y su hija murieron ahogados tras ser arrastrados por la corriente del Río Bravo, mientras que a su esposa le tocó presenciar el momento en que su esposo e hija desaparecían en las aguas. La trágica escena, que ha dado la vuelta al mundo, fue captada por la periodista Julia Le Duc, y publicada por el diario mexicano ‘La Jornada’.
Las imágenes hasta conmocionaron al propio presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirmó que odiaba ver esa imagen y culpó a los demócratas por lo sucedido.
Ahora la familia de Óscar espera con dolor y angustia los restos mortales de su hijo y nieta, para darles sepultura en su municipio natal. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, prometió a la familia de Óscar asumir el gasto de la repatriación de los cadáveres, que se estima en 7 mil dólares, y brindarles apoyo económico. El trágico incidente detonó una oleada de indignación ante la tragedia del fenómeno migratorio, y representa la realidad frente a la violencia y la desesperación que empujan a las personas a emprender viajes peligrosos en busca de una vida digna y segura en otros países.
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