• Un concesionario de la compañía automovilística estadounidense Ford.
Publicada: domingo, 29 de enero de 2017 13:17
Actualizada: domingo, 29 de enero de 2017 13:39

En una nueva protesta contra Trump en México, los tuiteros mexicanos promueven un boicot contra las empresas estadounidenses establecidas en México.

Los ciudadanos mexicanos están utilizando en Twitter los hashtags #AdiósStarbucks, #AdiósCocaCola, #AdiósFord o #AdiósMcdonalds para promover además el incentivo del consumo de productos nacionales.

Esta campaña había comenzado días antes de que el nuevo presidente de Estados Unidos firmara el miércoles una orden ejecutiva para iniciar la construcción del muro con México, como reiteradamente había prometido durante su campaña electoral.

Si bien el uso de tales hashtags ha aumentado desde la misma jornada de la firma de Trump, algunos tuiteros han asegurado también que esta campaña debe extenderse a otros ámbitos como las redes sociales, entre ellas Facebook o Twitter, ambas de origen estadounidense.

La protesta no se limita a los usuarios de Twitter, sino se ha extendido a algunas empresas y gobiernos locales de México. Entre ellos figura la cadena de restaurantes Papa Guapa que expresó su intención de “ayudar a la reactivación” de la economía “autosustentable” de México, anunciando que dejará de utilizar productos extranjeros y basará su menú únicamente en materias primas nacionales.

Los mexicanos además han mostrado su rechazo a una posible ruptura del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), como anunció el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo.

Esta no es la primera vez que surge un llamado para dejar de consumir productos de origen extranjero en México. En noviembre del 2016, unos días después de la victoria de Trump en la elección presidencial, surgió una serie de mensajes en Whatsapp y Facebook invitando a los mexicanos a consumir solo productos nacionales.

El mencionado decreto de Trump ha dado pie al aumento de la tensión entre México y EE.UU. y ha sido criticado por las autoridades mexicanas, entre ellas el presidente Enrique Peña Nieto y el canciller Luis Videgaray, además de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

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