• Una imagen de las fuerzas de Kataib Hezbolá en Irak. (Foto: Reuters)
Publicada: sábado, 16 de agosto de 2025 10:00

Hezbolá iraquí rechazó el desarme de los grupos de Resistencia en Irak y Líbano, argumentando que sus armas garantizan la seguridad frente a agresores.

El secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak (Kataib Hezbolá), Abu Husein al-Hamidawi, en una declaración vertida el viernes, vinculó el impulso del desarme a acontecimientos regionales más amplios, incluida la caída del gobierno del presidente sirio Bashar al-Asad a manos de grupos terroristas liderados por Abu Mohammad al-Golani; el ataque estadounidense e israelí a Yemen y la “traicionera” agresión militar contra la República Islámica de Irán.

Asimismo, cargó contra las instituciones internacionales, acusándolas de actuar bajo influencia “sionista y masónica”.

“Resistir la ocupación y disuadir la agresión constituye un derecho legítimo reconocido por las leyes y la fe. Las armas son garantía y escudo en la defensa de sus honores, santidades y patria”, enfatizó Al-Hamidawi.

En este sentido, el funcionario iraquí subrayó la necesidad de desarrollar los arsenales de los grupos de Resistencia con armas sofisticadas, mejorar las capacidades técnicas y avanzar en la preparación tanto defensiva como ofensiva para hacer frente a cualquier amenaza potencial.

El líder de Kataib Hezbolá, igualmente, reafirmó que el apoyo a los pueblos oprimidos es una misión fundamental, aseverando que la cuestión palestina está entre las principales prioridades de la Ummah musulmana. “Estamos totalmente dispuestos a hacer sacrificios y proteger nuestros lugares sagrados contra las profanaciones de los sionistas”, destacó.

El jueves, el líder del Movimiento iraquí Hezbolá Al-Nuyaba, el sheij Akram al-Kaabi, expresó el rechazo a “cualquier interferencia de Estados Unidos, el Reino Unido y el régimen sionista en nuestra soberanía e independencia en la toma de decisiones”.

“El triángulo de los males globales debe saber que la resistencia iraquí está en alerta y que cualquier agresión abierta será respondida con una respuesta dura y a gran escala”, puso de relieve el dirigente iraquí.

 

En Irak, las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) también se han visto sometidas a una renovada presión, mientras el Parlamento no ha podido aprobar una legislación que regule la autoridad de las PMU debido a la oposición estadounidense.

Al respecto, Al-Kaabi dijo que el fracaso en la aprobación de la Ley de Al-Hashad Al-Shabi en Irak se debe a la presión estadounidense. “Estamos sorprendidos por el retraso en la aprobación de la ley de las Fuerzas de Movilización Popular, que representa al pueblo y es su verdadera extensión, y salvó al país de la conspiración estadounidense para crear a Daesh”, afirmó.

Las Unidades iraquíes se convirtieron en parte integral de las fuerzas de seguridad de Irak luego de su participación fundamental en la derrota del grupo terrorista Daesh y la liberación del norte y el oeste de Irak entre 2014 y 2017.

El presidente iraquí, Abdul Latif Rashid, reiteró el mes pasado que los grupos armados asociados con las Unidades de Movilización Popular forman parte de las fuerzas de seguridad iraquíes y que el gobierno mantiene pleno control sobre la situación, afirmando que no han surgido problemas durante un período prolongado.

La semana pasada, el gabinete libanés aprobó la controvertida propuesta estadounidense para desarmar a Hezbolá antes del fin del año en curso. Esa decisión desató una ola de rechazos y condenas dentro del país árabe. 

Al respecto, el secretario general del Hezbolá del Líbano, el sheij Naim Qasem, prometió que su grupo “nunca entregará sus armas” y “luchará hasta la muerte” contra Israel.

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