Así lo reveló el jueves una fuente política informada, que habló bajo condición de anonimato con la agencia iraquí de noticias Al-Maalomah. El plan, detalló, consiste en la transferencia de 13 000 familias y elementos afines del grupo terrorista Daesh del campo de Al-Hol, en la provincia de Al-Hasaka (noreste de Siria), al campo de Al-Jada, cerca de la ciudad septentrional iraquí de Mosul.
Con ello, según aseguró la fuente, Estados Unidos busca reactivar el grupo ultraviolento, que se autoproclamó como un califato en 2014 tras apoderarse de grandes extensiones de los territorios de Siria e Irak.
Aunque el grupo perdió su control territorial en ambos países en los próximos años, desgraciadamente, no fue derrotado completamente y siguen operando remanentes de la banda takfirí, bajo células durmientes tanto en Irak, como en Siria, intentando reconstituir el califato.
La fuente dijo que el Gobierno iraquí había rechazado el plan estadounidense, pero sigue bajo la presión de Washington para aceptarlo. Explicó que EE.UU. busca cerrar el campamento de Al-Hol “hasta fines de este año [en curso]”, y transferir los exterroristas y familias de Daesh a Irak con el objetivo de “desestabilizar nuevamente las provincias liberadas [del control de Daesh] y sembrar el caos en el país”.
Por su parte, Adnan al-Kinani, experto en asuntos de seguridad, dijo a Al-Maalomah que la embajadora estadounidense en Bagdad, Alina Romanowski, dirige los planes ocultos de Washington para desestabilizar Irak y toda la región de Asia Occidental.
La Administración estadounidense todavía es consciente de que puede garantizar su presencia prolongada en la región, creando problemas y perturbando la seguridad, señaló Al-Kinani.
Tanto en Siria, como en Irak, hay un rechazo mayoritario y generalizado de la ciudadanía a la presencia de las tropas estadounidenses. El Gobierno sirio denuncia el apoyo multifacético de Washington a los grupos terroristas, mientras que en Irak acusan a Washington de ayudar a Daesh en un intento por desestabilizar el país árabe y justificar su presencia militar en suelo iraquí.
Las autoridades estadounidenses reconocen la responsabilidad de su país en la creación de Daesh en un intento de desestabilizar Asia Occidental, rica en recursos naturales. El pasado 21 de abril, Robert F. Kennedy, sobrino del expresidente estadounidense John F. Kennedy, reconoció que EE.UU. creó el grupo terrorista Daesh tras oficializar su postulación a la candidatura presidencial demócrata de 2024.
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