• Militares portan una imagen del máximo clérigo chií de Irak, el gran ayatolá Seyed Ali Sistani.
Publicada: viernes, 10 de enero de 2020 15:56
Actualizada: sábado, 11 de enero de 2020 4:18

El máximo clérigo chií de Irak, el ayatolá Seyed Ali Sistani, condena violación de la soberanía del país por EE.UU., advirtiendo que ello socavará la seguridad.

En una declaración leída este viernes por uno de sus representantes en la ciudad santa de Karbala (sur), el ayatolá Sistani ha repudiado los últimos acontecimientos y la violación de la soberanía del país árabe por EE.UU., hechos que “agravan la situación” en Irak y toda la región.

Refiriéndose a las injerencias de EE.UU., la máxima autoridad religiosa chií de Irak ha insistido en que ninguna potencia extranjera debería pronunciarse sobre el destino del pueblo iraquí.

El clérigo ha advertido que la actual situación podría agudizar y agravar los problemas en los ámbitos de la seguridad, político, económico y social, y desde luego allanará el terreno para aún más injerencias externas.

Por ello, el ayatolá Sistani ha hecho alusión a la necesidad de que todas las agrupaciones políticas se reúnan y lleguen a un consenso sobre el futuro de Irak.

 

Tras el asesinato la semana pasada del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, en un bombardeo realizado por EE.UU. en Bagdad (capital iraquí), la Oficina del ayatolá Sistani emitió un comunicado en el que repudió este acto “violatorio del derecho internacional”.

La máxima autoridad religiosa chií de Irak advirtió en ese entonces que la arriesgada medida del presidente de EE.UU., Donald Trump, podría conducir al país árabe a “una era muy dura”.

Por su parte, el primer ministro iraquí en funciones, Adel Abdul-Mahdi, al destacar el papel del general iraní y de las Al-Hashad Al-Shabi en la derrota del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), tachó de “medida hostil” el bombardeo y alertó que tal proceder podría desatar una guerra en el país árabe y toda la región.

Asimismo, el Parlamento iraquí aprobó la semana pasada una resolución que pide al Gobierno que ponga fin a la presencia militar de EE.UU. en su territorio. “Irak insiste en mantener su soberanía e integridad territorial y la retirada completa de las fuerzas extranjeras”, decía el canciller iraquí, Muhamad Ali al-Hakim.

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