“La intervención extranjera en los asuntos internos de Irak está acabando con nuestra paciencia”, ha afirmado el líder del Movimiento Sadr de Irak en un comunicado.
Después de que EE.UU. asesinara el viernes al comandante de la Fuerzas Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, en un ataque aéreo en Bagdad, la capital de Irak, el Parlamento iraquí aprobó una moción que pide al Gobierno expulsar a las fuerzas militares norteamericanas que están desplegadas en el territorio del país árabe.
Moqtada al-Sadr también ha solicitado al Gobierno que adopte, de inmediato, medidas adecuadas para acabar con la ocupación de las tropas extranjeras en el país.
Respecto al ataque de Irán a las bases estadounidenses en Irak, ha subrayado que “lo más importante es que esta crisis está llegando a su fin”, especialmente después del discurso del presidente de EE.UU., Donald Trump, en el que ha dado marcha atrás en lo tocante a sus amenazas militares contra el país persa.
Durante su intervención, Trump ha alegado que no hubo víctimas mortales en los ataques de Irán contra dos bases militares de EE.UU. en Irak, y ha sostenido que las fuerzas estadounidenses están preparadas para hacer frente a cualquier contingencia.
El CGRI de Irán ha lanzado la madrugada de este miércoles “fuertes ataques misilísticos” contra bases estadounidenses en Irak, en represalia por el asesinato de Soleimani.
El subcomandante de Operaciones del CGRI, el general Abás Nilforushan, ha asegurado que todos los misiles lanzados por Irán alcanzaron con precisión las bases estadounidenses en el territorio iraquí.
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