“Su objetivo (el de EE.UU.) con la negociación era ganar tiempo y presionar a nuestro país, pero Irán, se ha mantenido firme en la diplomacia sin poner nunca bajo negociación su seguridad nacional ni su capacidad defensiva”, ha enfatizado el presidente del Parlamento de Irán, Mohamad Baqer Qalibaf, en la cumbre del Comité Político de la Asamblea de Parlamentos Asiáticos, celebrada este jueves en la ciudad de Mashad (noreste de Irán).
Qalibaf ha asegurado que “las puertas de la diplomacia siguen abiertas, pero la diplomacia real se logra cuando va acompañada de respeto mutuo”.
Ha recordado que, en las últimas décadas, Irán ha sido objeto de sanciones inhumanas y de intentos de impedir sus avances científicos y nucleares pacíficos, y recientemente, cuando Irán estuvo involucrado en negociaciones, sus instalaciones nucleares fueron atacadas cobardemente por el régimen sionista con apoyo de Estados Unidos, ha resaltado, en referencia a la agresión militar de junio.
Asimismo, ha indicado que mientras algunos países occidentales no solo no condenaron dicha agresión, ocurrida durante las negociaciones, sino que la respaldaron con su silencio. Con todo, ha destacado que otros 120 países condenaron el ataque israelí-estadounidense.
Irán urge multilateralismo para fortalecer voz unificada de Asia
En otro momento de sus declaraciones, Qalibaf ha sostenido que la voluntad común de los países asiáticos está escribiendo un “nuevo capítulo en la historia contemporánea”, en el que “ningún país hablará con otro desde la posición de la dominación; un capítulo en el que se reconoce el derecho de los países a determinar su propio destino”, ha agregado.
En este sentido, el presidente del Legislativo iraní ha afirmado que “el apoyo al multilateralismo debe estar en la agenda de los parlamentos asiáticos para fortalecer la voz unificada de Asia”.
Según Qalibaf, Asia no es solo una posición geográfica, sino que, gracias a sus profundos vínculos históricos, culturales, económicos y políticos entre sus pueblos, posee enormes capacidades internas que, con conciencia global y regional de las condiciones delicadas del mundo y mediante la cooperación y la voluntad colectiva basadas en intereses comunes, “pueden ofrecer un nuevo modelo de cooperación regional y convertirse en un eje de crecimiento económico, innovaciones transformadoras y cambios globales que darán forma al futuro de la humanidad”.
Ha deseado un mundo en el que las sanciones no sean una herramienta de política exterior; un mundo en el que la matanza y el genocidio de niños y mujeres en Gaza no encuentre silencio ni justificación; y un mundo en el que no se niegue el derecho del pueblo iraní y de otros pueblos a un desarrollo nuclear y económico pacífico.
“Creemos que la paz y la estabilidad de la región y el futuro del mundo no se decidirán en Washington, Tel Aviv ni en algunas capitales europeas, sino en Asia, entre los grandes pueblos de este continente”, ha agregado.
Cualquier acuerdo que no garantice justicia para palestinos carece de legitimidad
En otro momento de su alocución, Qalibaf se ha referido a la cuestión palestina, enfatizando que “cualquier acuerdo que no garantice justicia para los palestinos carece de legitimidad. Tales acuerdos están condenados al fracaso, como ocurrió con los tratados anteriores, incluidos Camp David y Oslo, que fracasaron por ignorar los deseos del pueblo palestino”.
Al respecto, ha recalcado que “la cuestión de Palestina constituye la verdadera prueba del futuro del orden internacional”, para luego reiterar que “la propuesta de la República Islámica, es decir la celebración de un referéndum para la autodeterminación con la participación de los habitantes originales de Palestina, es la solución lógica para el futuro de Palestina y un modelo para construir un orden regional estable”.
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