Ban Ki-moon condenó el atentado de Daesh en la provincia de Diyala, en el este de Irak, y pidió a las autoridades competentes llevar ante la justicia a los perpetradores de este “atroz crimen” que se llevó a cabo en las festividades del Eid al-Fitr (fiesta que marca el final del mes sagrado de Ramadán, noveno del calendario islámico).
Este ataque, que ha coincidido con las celebraciones del pueblo iraquí por la llegada del fin del sagrado mes de Ramadán, ha dejado a más de 100 civiles muertos y muchos heridos, incluyendo a niños”, resaltó el secretario general de la ONU.
“Este ataque, que ha coincidido con las celebraciones del pueblo iraquí por la llegada del fin del sagrado mes de Ramadán, ha dejado a más de 100 civiles muertos y muchos heridos, incluyendo a niños”, resaltó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un comunicado.

También, expresó su solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Irak y declaró que ora por las víctimas y todos los que perdieron a seres queridos en dicho atentado terrorista y que están de luto.
El brutal atentado del viernes en un mercado en Diyala provocó la muerte de al menos 130 civiles iraquíes y varios heridos.
Seguido de dicho ataque, el Gobierno iraquí declaró tres días de luto y ordenó el cierre de todos los parques y zonas públicas durante el resto de las festividades del Eid al-Fitr para impedir más atentados similares.
La banda takfirí de Daesh reivindicó la autoría de dicho atentado e informó que uno de sus integrantes detonó un vehículo que contenía cerca de tres toneladas de material explosivos, hecho por lo que se produjo una explosión de grandes proporciones.
EIIL busca, mediante actos violentos y atentados, causar daños y aterrorizar a la población de dicha provincia para volver a ocupar Diyala luego de haber sido expulsado de ahí el pasado mes de enero.

hgn/ktg/mrk