A través de un comunicado, el Estado Mayor de Turquía ha informado este domingo que la Fuerza Aérea del país bombardeó las montañas de Qandil, en el norte de Irak.
En concreto, la nota precisa que fueron destruidos 14 objetivos, entre ellos refugios, depósito de armas y municiones del PKK, un partido considerado terrorista por Ankara.
Las autoridades iraquíes repudian las operaciones militares turcas y piden a Ankara que respete su integridad territorial.
En este mismo contexto, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, anunció el viernes que las fuerzas turcas están estacionadas a 30 kilómetros al norte de Irak y podrán avanzar aún más para atacar a los militantes kurdos del PKK en su bastión en los montes de Qandil.
“Nuestras fuerzas han sido ubicadas a unos 30 km al norte de Irak, trabajando para evitar infiltraciones y actividades terroristas allí”, dijo Yildirim en una entrevista concedida a la agencia británica de noticias Reuters, en la que también acusó al PKK de realizar “provocaciones” y ataques desde larga distancia.
El premier turco enfatizó que Ankara irá más allá si tales acciones continúan, y que no tendrá ninguna duda en neutralizar los elementos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
El Gobierno turco, tras la ruptura de la tregua con el PKK en julio de 2015, ha recrudecido sus ofensivas contra esta guerrilla separatista no solo en territorio turco, sino también en Siria e Irak.
Bagdad, por su parte, ha denunciado las incursiones turcas en su territorio, advirtiendo de que el Ejército del país frenará los ataques transfronterizos de fuerzas “extranjeras” en el territorio iraquí.
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