Al lamentar la tardanza en anunciar el ganador de los comicios realizados hace tres semanas, el 30 de noviembre, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE UE) para Honduras en un comunicado instó a “las partes a abstenerse de obstruir la proclamación de los resultados”.
Conforme a los resultados parciales, el candidato conservador, Nasry Asfura, respaldado por el presidente estadounidense Donald Trump, encabeza el escrutinio seguido de cerca por el liberal Salvador Nasralla.
Aunque el recuento de votos se ha llevado a cabo con “transparencia”, el proceso de validación de las actas se ha visto “comprometido por una parálisis continua e intencionada”, que ha provocado “graves retrasos”, destaca el comunicado emitido el sábado.
Este proceso, suspendido en varias ocasiones, fue confiado a una empresa privada, que alegó problemas técnicos, alimentando sospechas de fraude electoral.
En un momento dado, Nasralla llegó a liderar el escrutinio y denunció un “robo” de la elección, exigiendo un nuevo recuento “voto por voto”.
Al igual que Nasralla, la presidenta saliente de izquierdas, Xiomara Castro, cuya candidata Rixi Moncada ocupa el tercer lugar, denuncia una “falsificación” del resultado y la “injerencia” de su homólogo estadounidense, Donald Trump, en los comicios.
En efecto, Trump condicionó en noviembre la ayuda estadounidense al triunfo de Asfura, con la promesa de indultar al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado en EE.UU. por narcotráfico y algo que el mandatario republicano ya concretó.
El viernes, la Administración estadounidense volvió a intervenir en los asuntos de Honduras, revocando el visado del juez electoral Mario Morazán y denegando el de Marlon Ochoa, otro miembro del Consejo Nacional Electoral (CNE) que denunció unas elecciones “fraudulentas”.
2800 actas registran irregularidades
Los delegados de los partidos políticos examinan desde el jueves unas 2800 actas con “inconsistencias” que representan unos 500 000 votos, cuando solo 40 000 separan a los dos favoritos.
“Ahora que el recuento especial está en marcha, es esencial que las elecciones se lleven a cabo sin interrupciones y sin invalidar intencionalmente las actas para alterar los resultados de las elecciones presidenciales”, destaca la UE.
Ante esta coyuntura, el CNE tiene hasta el 30 de diciembre para anunciar el nombre del nuevo presidente hondureño.
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