Según el acuerdo se busca repotenciar a las Fuerzas Armadas de Honduras. En un país carente de hospitales y de verdaderos centros educativos este tipo de convenios se convierten en un insulto para la población, la cual urge de atención humanitaria y no de armas.
Según la sociedad civil, las prácticas sionistas vienen incluidas en el convenio. Estas serían aplicadas a los opositores del oficialismo. No se consulta al pueblo sobre este tipo de tratados, solo priva la voluntad del gobernante.
Mientras otros países latinoamericanos y centroamericanos afianzan sus lazos de amistad con países progresistas y antimperialistas, Honduras mantiene los lazos fraternos con el régimen de Israel algo que es muy criticado a nivel interno y externo.
El temor de los defensores de los derechos humanos es que esas armas sean utilizadas para realizar muertes extrajudiciales, las cuales año con año van en aumento.
El convenio comenzó a gestarse en octubre del año 2015, y se concretó con la segunda visita de Juan Orlando Hernández al régimen israelí.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.
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