La gran mayoría de los palestinos en Gaza han sido desplazados varias veces y muchos mueren por hambre inducida por Israel. La crisis del agua, ya grave antes de la guerra, se ha vuelto catastrófica tras la destrucción de más del 80 % de la infraestructura hídrica.
Los camiones cisterna y los grifos instalados por ONG no cubren las necesidades. El agua no llega por los daños en la red de distribución. Además, muchos pozos están contaminados o en zonas inaccesibles debido a los combates.







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