La medida, según los organizadores, se tomó por “preocupaciones de seguridad pública” y ante el riesgo de protestas populares masivas contra la guerra de genocidio que avanza el régimen de Israel en la asediada Franja de Gaza.
Adriano Amici, presidente del comité italiano, explicó que “el ambiente es demasiado tenso y el riesgo de alteraciones es muy alto”. Las autoridades y activistas locales de Bolonia, liderados por el Partido Democrático, habían pedido la exclusión del equipo, calificando de “inaceptable” su presencia mientras continúan las atrocidades israelíes en Gaza.
La decisión llega después de que similar torneo, denomenado Vuelta a España, sufriera a inicios de septiembre varias interrupciones por parte de manifestantes propalestinos, siendo la participación de Israel-Premier Tech el objeto de protestas.
El rechazo a los equipos israelíes se ha extendido en todo el mundo, especialmente en Europa. En estadios de fútbol y otras disciplinas, desde la final de la Liga de Campeones hasta torneos en Argentina, Israel se ha visto en los últimos dos años como el “rival siempre perdedor”, ante el peso de las masivas manifestaciones en apoyo a Palestina. También el equipo de ajedrez israelí fue recientemente impedido de competir con su bandera en un torneo internacional en el País Vasco.
Los críticos señalan que iniciativas deportivas vinculadas al régimen de Tel Aviv forman parte de un intento de “sportswashing”, es decir, lavar su imagen a través del deporte, mientras la ofensiva militar en Gaza ya ha cobrado más de 66 000 vidas, en su mayoría mujeres y niños.