Los pobladores salieron hoy a protestar contra el gobierno. Llevan años intentando conseguir una vivienda, pero ni los créditos bancarios, ni los subsidios estatales, ni las postulaciones a viviendas sociales parecen ser para ellos. La ocupación de terrenos e instalación de campamentos parece ser la única solución.
Marginados por una institucionalidad que los excluye de las soluciones y además los reprime. Hoy, con la recientemente promulgada “Ley anti-tomas”, se estima que 43 500 familias están bajo amenaza de desalojo. 120 584 familias viven en campamentos en Chile, más del 2 % de los hogares. Chilenos y migrantes se enfrentan al mismo destino.
Las familias desalojadas, que ya viven en condiciones precarias, a menudo terminan en la calle o migran a otros campamentos. Un círculo de nunca acabar. Desde el año 2019 el aumento de familias en los campamentos ha sido de un 156 %, según la ONG Techo-Chile, pero para ellos la solución no se ve en el horizonte.
Beatriz Michell, Santiago de Chile
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