“No importa si las elecciones presidenciales de Estados Unidos las gana la demócrata Kamala Harris o su rival republicano Donald Trump; la era en la que los países europeos subcontrataban su seguridad a Estados Unidos ha llegado a su fin”, aseveró el domingo el primer ministro polaco, Donald Tusk.
En una publicación en X, en vísperas de la votación presidencial del 5 de noviembre en Estados Unidos, el premier polaco criticó las voces de que vinculan el futuro de Europa a las elecciones estadounidenses.
Puso de relieve que la Unión Europea (UE) solo podrá tomar el asunto en sus manos si “crece finalmente y cree en su propia fuerza”, puesto que “la era de la externalización geopolítica ha terminado”.
El sábado, Financial Times publicó un artículo en el que destacó la preocupación de los europeos ante la perspectiva de que el triunfo de Trump podría significar la destrucción de las garantías de seguridad de Estados Unidos a sus aliados, “expresadas en la forma de la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte) y el paraguas nuclear”.
De acuerdo con la nota, la mayoría de los europeos se “sentirían más cómodos” con Harris en el Despacho Oval. Durante su campaña, la candidata demócrata ha expresado la importancia de las alianzas de Estados Unidos y ha asegurado un férreo apoyo a la OTAN y, en este contexto, ha prometido seguir respaldando a Ucrania
Durante su mandato (2017-2021), Donald Trump tuvo una relación tensa y a menudo conflictiva con la Unión Europea. Su enfoque hacia el viejo continente estuvo marcado por varias características clave como las críticas a la OTAN, disputas comerciales, políticas climáticas, relaciones con Rusia e inmigración.
En general, las políticas de Trump representaron un alejamiento del enfoque tradicionalmente multilateral de Estados Unidos hacia Europa, favoreciendo un enfoque más nacionalista y transaccional que a menudo creó tensiones con los aliados europeos.
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