Microsoft se enfrenta a una denuncia en la Unión Europea (UE), presentada por una organización sin ánimo de lucro que alega que almacenó ilegalmente datos sobre palestinos utilizados para la vigilancia militar israelí.
La Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC) ha destacado este jueves que había recibido la denuncia contra el gigante tecnológico estadounidense y remarcó que estaba “actualmente bajo evaluación”.
Dado que la sede europea de Microsoft se encuentra en Irlanda, la DPC es el principal regulador de datos de la UE para la empresa.
La organización que presentó la denuncia, Eko, que dice luchar “por las personas y el planeta antes que por las ganancias”, acusó a Microsoft de violar la ley europea de protección de datos.
Un comunicado dice que “Microsoft procesó ilegalmente datos personales pertenecientes a palestinos y ciudadanos de la UE, lo que permitió la vigilancia, los ataques y la ocupación por parte del ejército israelí”.
La denuncia surge a raíz de un informe del periódico británico The Guardian según el cual las fuerzas israelíes utilizaron el servicio en la nube Azure de Microsoft “para almacenar archivos de datos de llamadas telefónicas obtenidos mediante una vigilancia amplia o masiva de civiles en Gaza y Cisjordania”.
Después de investigar el informe, Microsoft cortó el acceso del ejército israelí a ciertos servicios en la nube en septiembre.
Eko confirmó que “nuevas pruebas compartidas por los denunciantes de Microsoft indican que la empresa descargó rápidamente grandes cantidades de datos de vigilancia capturados ilegalmente después de una investigación de The Guardian”.
“Nuestros clientes son dueños de sus datos y las acciones tomadas por este cliente para transferir sus datos en agosto fueron su elección”, destacó un portavoz de Microsoft en una declaración.
“Estas acciones de ninguna manera obstaculizaron nuestra investigación”, agregaron.
En los últimos años, según fuentes israelíes y filtraciones, la infraestructura de Microsoft se ha utilizado en operaciones de inteligencia y militares de Israel, tanto para almacenar como para analizar información, incluyendo el análisis de llamadas, de manera que se posibilitó una vigilancia amplia y más segura.
Con el aumento de la guerra y la violencia contra la Franja de Gaza y Cisjordania, la presión sobre Microsoft se intensificó.
Se publicaron documentos e informes que mostraban con mayor claridad la colaboración de la empresa con el ejército israelí.
Se publicaron investigaciones conjuntas de medios como The Guardian, +972 Magazine y Local Call, que afirmaron que la Unidad 8200 israelí, utiliza Microsoft Azure para grabar y almacenar las llamadas de millones de palestinos.
Tras la filtración de esta información, surgieron protestas dentro de Microsoft, varios empleados se opusieron a la colaboración de la empresa con Israel, y algunos de ellos fueron despedidos.
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