En una entrevista concedida a la AFP, publicada este sábado, Mame Mandiaye Niang ha denunciado a la Administración del presidente estadounidense Donald Trump, diciendo: “pueden estar en desacuerdo con lo que hacemos. Eso pasa todo el tiempo… Pero incluso si los molestamos, nunca deberían incluirnos en la misma lista que a los terroristas o los narcotraficantes. Ese es el mensaje [a Trump]”.
En otras partes de sus afirmaciones, Niang ha enfatizado que las sanciones tienen un lugar en las relaciones internacionales, pero atacar a la Corte Penal Internacional (CPI), el único tribunal permanente del mundo encargado de procesar delitos graves, corre el riesgo de “deslegitimar” una institución esencial.
En cuanto a la orden de arresto del tribunal contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de asuntos militares, Yoav Gallant, por la guerra genocida de Israel en Gaza, Niang ha señalado que la CPI no tiene fuerza policial y depende de los Estados miembros para detener a los sospechosos y trasladarlos a La Haya.
Sin embargo, ha destacado una audiencia sin precedentes contra el líder rebelde ugandés Joseph Kony a principios de este año, realizada en ausencia, recalcando que este tipo de audiencia ayuda a preservar la evidencia contra los criminales de guerra y permite a las víctimas compartir sus experiencias, pero cualquier solicitud de dicho procedimiento requiere aprobación judicial y no constituiría un juicio completo, sino solo una confirmación de los cargos.
“Lo probamos en el caso Kony. Es un proceso engorroso. Pero lo intentamos y nos dimos cuenta de que era posible y útil”, ha agregado
El funcionario ha precisado que a pesar de la presión que enfrenta la corte, la CPI está preparada para enfrentar los desafíos.
Niang, junto con altos jueces de la CPI, está sujeto a sanciones por parte de la administración Trump en represalia por las órdenes de arresto emitidas el 21 de noviembre de 2024 por el tribunal contra el Netanyahu y Gallant, por el crimen de guerra de hambre como método de guerra y los crímenes contra la humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos durante el genocidio de Gaza.
Desde que Israel lanzó su ataque genocida contra Gaza el 7 de octubre de 2023, ha matado a más de 70 000 palestinos y herido a más de 171 000, la mayoría de ellos mujeres y niños.
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