Miles de jóvenes, incluso los que no están en el mercado laboral, se manifestaron este jueves en toda Francia, solo unas horas después de que el Senado votara a favor de elevar la edad legal de jubilación de 62 a 64.
Estudiantes bloquearon el acceso a universidades y escuelas secundarias, mientras que miembros de otros gremios sellaron las entradas a zonas industriales, refinerías y puertos. Asimismo, camioneros, trabajadores de la basura y del gas se declararon en huelga.
La protesta se tornó violenta cuando un grupo de jóvenes vandalizó paradas de autobuses e incendió un vehículo.
“No quiero que mis padres se mueran trabajando”, se leía en un cartel que portaba un adolescente.
Se estima que esta jornada, unos 1,28 millones franceses en todo el país participaron en la movilización nacional contra la reforma de las pensiones, promovida por el Gobierno de Emmanuel Macron.
En línea con los paros generales, la rama de energía del principal sindicato francés, la Confederación General del Trabajo (CGT), cortó este mismo jueves el suministro eléctrico al gran complejo deportivo en el suburbio norte de París, incluido el Stade de France y varios sitios de construcción de la infraestructura para los Juegos Olímpicos de 2024.
El Gobierno espera que los cambios en las pensiones sean adoptados por el Parlamento a finales de mes en curso. El proyecto de ley fue presentado el 10 de enero por la primera ministra, Élisabeth Borne.
La polémica enmienda retrasará la edad de jubilación de 62 a 64 años en 2030, y extenderá el período de cotización, desde los 42 años a los 43 en 2027. Macron aprobó el 23 de enero en el Consejo de Ministros su reforma de pensiones, pese al amplio rechazo popular.
El martes, como parte de la ola de huelgas y protestas, trabajadores de diferentes colectivos paralizaron sus labores para participar en las manifestaciones realizadas en París (la capital) y otras ciudades del país.
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