“Polonia ha decidido cancelar la visita de responsables israelíes después de que la parte israelí hiciera cambios de último minuto en la composición de la delegación que daban a entender que las conversaciones se centrarían en cuestiones relativas a restitución de propiedad”, reza un comunicado publicado este lunes en el portal del Ministerio polaco de Asuntos Exteriores.
La víspera, el ministerio israelí de igualdad social —cuyo titular, Avi Cohen-Scali, debía ser recibido este mismo lunes en Polonia— había publicado una nota en la que se daba noticia de esfuerzos por “ampliar el círculo de los beneficiarios de restituciones”, entre otras vías mediante la promoción de leyes en “nuevos países”.
Las reclamaciones israelíes suscitan gran oposición en el país europeo, que en febrero ya canceló un viaje a Palestina ocupada y donde el sábado miles de personas se manifestaron con banderas nacionales contra la recién entrada en vigor ley estadounidense de Justicia para Supervivientes no Compensados Hoy (JUST, por su acrónimo en inglés), también conocida como “ley 447”.
Esta impone al Departamento de Estado norteamericano que informe al Congreso sobre las acciones realizadas por los 47 países europeos que en 2009 firmaron la Declaración de Terezín (República Checa) para devolver “bienes injustamente incautados o transferidos de la época del Holocausto”.
Polonia ha decidido cancelar la visita de responsables israelíes después de que la parte israelí hiciera cambios de último minuto en la composición de la delegación que daban a entender que las conversaciones se centrarían en cuestiones relativas a restitución de propiedad”, ha anunciado el Ministerio polaco de Asuntos Exteriores.

La cláusula más polémica de la declaración concierne a los bienes de personas que murieron durante la guerra sin dejar herederos —y cuyas propiedades pasaron normalmente a manos del Estado—, y que se trataría ahora de “restituir” a presuntos “supervivientes del Holocausto” o de dedicarlos a labores de propaganda del relato dominante sobre aquel período histórico.
En el caso de Polonia, donde este año hay elecciones parlamentarias, el país estaba entonces ocupado por tropas alemanas y soviéticas. Tanto el partido gobernante, Ley y Justicia (PiS, por su acrónimo en polaco), como la Plataforma Cívica —mayor formación de oposición, liberal conservadora— han restado importancia a la ley norteamericana, firmada el pasado jueves por el presidente Donald Trump, insistiendo en que no afectará a su país.
El Gobierno nacionalista conservador de Polonia ha pasado ya por varios momentos de tensión con el régimen de Tel Aviv por el empeño de este en aprovechar económica y políticamente el resultado de la Segunda Guerra Mundial, muertes incluidas. El año pasado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a Varsovia de “intentar negar el Holocausto”.
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