El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, invitó a varios países europeos como Alemania, Italia, Francia, y España a una reunión para discutir las maneras de desbloquear las estrategias migratorias, que ya han dividido los miembros de la Unión Europea (UE).
La reunión tendrá lugar en momentos en que los debates sobre un freno a la migración y las reglas de asilo, están creando una cuña entre los partidos en el Gobierno de coalición de Alemania.
La canciller alemana, Angela Merkel, está bajo presión por parte de su ministro del Interior, Horst Seehofer, quien amenazó con rechazar en la frontera alemana a todos los solicitantes de asilo, ya registrados en otros países de la UE, desde el 1 de julio, a menos que Merkel pueda encontrar con los socios europeos una solución multilateral a disputa.
Sin embargo, la canciller alemana dijo que una deportación descoordinada generaría un “efecto dominó negativo” en el bloque europeo.
Por su parte, Italia, que en los últimos años se ha convertido en la principal puerta de entrada para los migrantes africanos a través de Libia, sigue pidiendo a la UE compartir la carga de la crisis migratoria.
Desde 2015, cuando se desencadenó un flujo migratorio hacia Europa, los países del viejo continente han tratado de encontrar vías para solucionar la crisis. Pero, hasta ahora, casi todas las medidas se han abocado al fracaso.
Como una de los últimos planes, la UE está estudiando instalar centros de procesamiento en el norte de África, donde comienza la mayoría de los viajes de los inmigrantes hacia Europa.
La iniciativa está destinada a distinguir entre los migrantes que huyen de la guerra y la persecución, y aquellos que esperan llegar al bloque solo para tener una vida mejor.
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