La amenaza extremista no entiende de frontera ni le para las barreras arquitectónicas. Las redes sociales, como ha quedado demostrado en varias ocasiones, son la primera fuente de captación de futuros terroristas, y la segunda son las prisiones, según un reportaje publicado el martes por El Mundo.
Esta circunstancia ha llevado a España a poner en marcha un protocolo de vigilancia, con un programa especial de seguimiento para presos que suman un total de 186 reos, bien como potenciales captadores, bien como susceptibles de ser captados por grupos terroristas, como el EIIL (Daesh, en árabe).
En consecuencia, en 2014 se detuvo a un total de 36 personas en España por cargos de colaboración con Daesh (principalmente a través de la captación de este grupo terrorista) y se arrestó a unas 47 personas al respecto.
España desde marzo de 2004 ha sufrido muchos ataques terroristas, la autoría de estos actos violentos son atribuidos a personas radicales que dicen ser musulmanes y por ello les apodan erróneamente ‘Terroristas Islámicos’, y hasta el momento han sido detenidos unos 575 falsos musulmanes en este sentido.
El programa de seguimiento involucra a los funcionarios, que son la fuente directa y los primeros que pueden percatarse de todos los movimientos de este grupo específico de presos susceptibles de ser seducidos por los planes radicales de los grupos terroristas, y además de darse cuenta de cualquier comportamiento sospechoso.
Los objetivos principales a conseguir son evitar procesos de captación, reclutamiento y radicalización de internos musulmanes en cárceles, como también de preservar la seguridad interna, e impedir que apoyen al terrorismo una vez que estos reclusos hayan sido liberados y tratar de inculcarles el respeto a la ley penal y los valores del país donde están acogidos.

Con el fin de hacer un control pormenorizado, los presos de especial seguimiento se dividen en tres grupos, el primer grupo son 74 internos procesados y condenados por vinculación con terrorismo, por ello podrían ser posibles captadores de otros reos.
El segundo grupo, está integrado por 104 reclusos implicados en otros delitos en los que se puede apreciar conductas o actitudes que tienen claras similitudes con el integrismo radical. Se trataría, por ejemplo, de líderes radicales que actúan de captadores.
Por último, el tercer grupo está integrado por 8 internos que son propensos a ser captados o radicalizados.
En este reportaje también resalta que el lanzamiento de este protocolo ha logrado resultados importantes, y hasta Francia, país al que también le ha golpeado el terrorismo, está pensando ponerlo en marcha.
Como se ha visto en los últimos meses, como actúa EIIL en Siria, con nuevas formas de contratación, o mecanismos de reclutamiento de nuevos radicales e incluso el papel de las mujeres en el seno de este grupo terrorista, hacen pensar que su semilla se nutre desde las cárceles, donde pueden estar los ‘lobos solitarios’, según los expertos.
En este sentido, los expertos señalan que algunos de los ataques más sangrientos de los terroristas, han sido programados con las conexiones que se establecieron entre estos lobos solitarios en las cárceles.
En este contexto, los expertos advierten que hay que tener en cuenta que los centros penitenciarios pueden propiciar que redes y células terroristas se interrelacionen y contacten con otras organizaciones de delincuentes comunes, lo que les permitiría prestarse ayuda mutua y perfeccionar su rendimiento criminal.
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