Los destructores estadounidenses USS Porter y USS Ross, cuya base se encuentra en Rota (Cádiz), participaron en la ofensiva de la madrugada de hoy contra el aeródromo del Ejército sirio de Al-Shairat, en Homs, según confirmó la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump.
El ataque, ordenado por Trump, sin la autorización del Congreso estadounidense, causó la muerte de al menos 9 civiles sirios, incluido cuatro niños. La Casa Blanca defendió el bombardeo, alegando que desde la base de Al-Shairat se lanzó el pasado martes un supuesto ataque químico a la ciudad de Jan Sheijun (en Idlib), con un saldo de 86 muertos.
Trump ataca sin autorización del Consejo de Seguridad (de las Naciones Unidas) y contraviene la carta de la ONU. Hoy la paz y la seguridad en Siria están más lejos”, ha criticado este viernes el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en su cuenta de Twitter.
El bombardeo estadounidense fue aplaudido por el Gobierno español, que lo catalogó como una "respuesta medida y proporcionada a la utilización por el Ejército sirio de armas químicas contra la población civil".
No obstante, varios partidos políticos españoles, como Izquierda Unida (IU) y Podemos, han denunciado la ofensiva, considerándola una “clara violación del Derecho internacional”.
“Trump ataca sin autorización del Consejo de Seguridad (de las Naciones Unidas) y contraviene la carta de la ONU. Hoy la paz y la seguridad en Siria están más lejos”, ha criticado este viernes el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en su cuenta de Twitter.
A su vez, la responsable federal de Relaciones Internacionales de IU, Marina Albiol, reclama que este ataque se realizó "a espaldas de la ONU (Organización de las Naciones Unidas)" y "en clara violación del Derecho internacional", sin que "de ninguna manera" contribuya a la paz en Siria. A su juicio, "la única salida al conflicto pasa por el diálogo en el marco de la ONU".
Fuentes gubernamentales españolas han anunciado, por su parte, que Madrid fue informado del ataque estadounidense cuando ya se había iniciado, pero no fue consultado con carácter previo ni mantuvo ninguna comunicación directa al respecto.
El ataque apoyado por Turquía, el régimen de Israel, la oposición siria y varios países europeos, entre otros, ha sido repudiado enérgicamente por Irán y Rusia. El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció la ofensiva como una “agresión a una nación soberana”.
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