En declaraciones a la prensa al margen de una cita con su par iraquí, Fuad Hasan, en Teherán (capital persa), Hosein Amir Abdolahian ha asegurado este jueves que Irán sigue las negociaciones en Viena con buena voluntad y espera que la contraparte haga lo mismo y se deje de rodeos y demandas excesivas.
“Irán está siguiendo con buena fe y con seriedad las negociaciones en Viena y no permitirá que la contraparte se aproveche de los diálogos al otorgar un punto a Irán y obtener diez al mismo tiempo. No les queda la menor duda de que no lo permitiremos”, ha subrayado.
El objetivo de Irán, ha proseguido, es lograr los compromisos mencionados por todas las partes en el acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés.
“Cuando dicen que están preocupados por el progreso del programa nuclear de Irán, decimos en voz alta que, si desean que se resuelvan sus preocupaciones, deben levantar todas las sanciones. Siempre que las partes contrarias muestran su voluntad seria, es un día en el que podemos hablar sobre el regreso de todas las partes a sus compromisos con el PIAC”, ha matizado.
Conforme enfatiza Amir Abdolahian, en comparación con las rondas anteriores, la 7.ª ronda de conversaciones en Viena (capital austriaca) ha experimentado un avance significativo y ha sido muy constructiva.
Al mismo tiempo, ha criticado la postura “poca constructiva” de Francia en los diálogos, pues ha puesto énfasis en la necesidad de que París sea realista y desempeñe un papel constructivo teniendo en cuenta el derecho del pueblo iraní.
Para el canciller persa otro de los problemas que está afectando las conversaciones es que en la práctica, los tres países europeos no han mostrado ninguna iniciativa nueva en estos diálogos.
Las autoridades iraníes han enfatizado una y otra vez que no aceptarán nada menos que el PIAC y que lo primordial en estas nuevas pláticas es el levantamiento efectivo de los embargos de EE.UU. en su contra y la normalización de las relaciones comerciales y económicas con Teherán, por lo tanto, cualquier acuerdo debe cubrir estas demandas.
El país persa ha mostrado la máxima moderación y ha pagado un alto precio para preservar el acuerdo nuclear, del que salió de forma unilateral EE.UU. en mayo de 2018, por lo tanto, pedir garantías objetivas y verificables a la parte “responsable de todo el lío” está absolutamente justificado y es necesario, tal y como reitera el representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas, Mayid Tajt Ravanchi.
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