La decisión de Irán de suspender algunas de sus obligaciones en el marco del acuerdo nuclear fue recibida con reacciones agridulces.
Rusia y China resaltaron que Irán ha respetado totalmente el trato y acusaron a EE.UU. por el impasse en el que se encuentra el acuerdo nuclear. Ambos insistieron en la necesidad de mantener vivo el trato.
El Reino Unido, Francia y Alemania expresaron su preocupación ante las consecuencias de la decisión de Teherán, pero abogaron unánimemente por proteger el acuerdo.
No obstante, EE.UU., que ve el acuerdo como “horrible” y que quedó aislado por su salida unilateral del mismo en 2018, reiteró sus acusaciones contra Teherán.
Por el contrario, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió a pedir que se salve el acuerdo nuclear. Farhan Haq, el portavoz del organismo internacional, consideró el convenio como un “logro importante” que debe ser preservado.
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