“La República Islámica de Irán está comprometida a su promesa, pero en caso de que EE.UU. continúe sus abjuraciones hasta el punto que esté en contra de nuestros intereses nacionales, Irán está preparado para volver a la situación que tenía antes del acuerdo nuclear”, dijo el lunes por la noche Mohamad Yavad Zarif.
El ministro persa de Asuntos Exteriores recalcó que los iraníes no solo iban a volver a esta situación sino que volverán a ella más fuerte, aunque afirmó que dar seguimiento al acuerdo nuclear todavía es justificable para Irán pese a varios casos de incumplimiento de compromisos por parte de Washington.
La República Islámica de Irán está comprometida a su promesa, pero en caso de que EE.UU. continúa sus abjuraciones hasta el punto que esté en contra de nuestros intereses nacionales, Irán está preparado para volver a la situación que tenía antes del acuerdo nuclear”, señaló el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
En declaraciones pronunciadas ante los periodistas a su llegada a la ciudad central de Isfahán, el jefe de la Diplomacia persa indicó que la delegación encargada para observar el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) estudiará las medidas de la Casa Blanca y después las responderá apropiadamente.
En otra parte de sus afirmaciones, el canciller iraní dejó claro que, hace varios meses, los científicos y expertos iraníes lograron poner en funcionamiento la centrifugadora más avanzada del país, que en el momento de la firma del pacto nuclear con el Grupo 5+1, era sólo una idea.
El JCPOA, acordado entre Teherán y el G5+1 (integrado por EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia más Alemania) sobre el programa de energía nuclear iraní, ha recibido en reiteradas ocasiones el apoyo de los poderes europeos, pero el problema es con el nuevo Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, quien ha amenazado en reiteradas ocasiones con revisarlo.
Tanto Trump como algunos de sus secretarios han mostrado su insatisfacción por el pacto nuclear que se alcanzó entre la Administración de Barack Obama y Teherán, según el cual, los países occidentales debían levantar sus sanciones antiraníes a este respecto. Sin embargo, la Casa Blanca volvió a imponer una nueva ronda de embargo contra la República Islámica de Irán bajo diferentes alegaciones.
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