De “fructífera”, así calificó el canciller de El Salvador, Hugo Martínez, su reciente gira por Estados Unidos para abogar por los compatriotas que cuentan con el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), y que beneficia a unos 190.000 salvadoreños.
Hay una amenaza latente tras la última decisión del Gobierno estadounidense de anular el TPS para Nicaragua y prorrogarlo por 6 meses para Honduras mientras El Salvador espera por una decisión.
El diplomático salvadoreño señaló que cualquiera que sea la decisión norteamericana se buscará tocar las puertas del Congreso de ese país para que los amparados por el TPS puedan optar por la residencia. Este beneficio migratorio para El Salvador se aplica desde 2001 y tiene vigencia hasta marzo próximo.
El Gobierno salvadoreño sostiene que cuenta con planes alternativos de contingencia en caso de resultar un escenario negativo, pero que estos se harán públicos hasta conocer una decisión de Estados Unidos respecto al TPS.
Vladimir Chamorro, San Salvador.
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