La conferencia del Partido Conservador, que se celebra en Birmingham (centro de Inglaterra), está marcando las fisuras entre aquellos a favor de la primera ministra, Theresa May, y su propuesta de “Chequers” para el Brexit, y aquellos en contra, liderados por Boris Johnson.
El plan de “Chequers” elige a la Unión Europea (UE) como principal socio comercial, limitando las opciones de acuerdos con países terceros, pero ha sido rechazado por Bruselas por no respetar las libertades básicas del mercado único, fundamentales para el acuerdo de paz en Irlanda.
Por otro lado, May propone endurecer algunas políticas, como la migratoria. La premier británica tiene tantos frentes abiertos que ha tenido que cambiar el programa de la conferencia del Partido Conservador para contrarrestar los esfuerzos de su exministro Boris Johnson de presentar su candidatura, y es que la inmigración es un tema clave para los conservadores, pero quizás no sea suficiente para frenar las ambiciones de Johnson.
Boris Johnson ha conseguido la ovación del público con un discurso con tinte electoral, muy crítico con el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, y con el plan de Brexit de May, afirmando que es una “humillación para la quinta economía del mundo” y abrazando las oportunidades que el mercado internacional ofrece, con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) como base.
En dos semanas la UE celebrará su conferencia de octubre donde los líderes de los 27 indicarán si aceptan las concesiones o si por defecto, acaban con su futuro político en favor de propuestas más internacionalistas.
Ian Díez, Londres.
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