Con motivo del Día Mundial Contra el Racismo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra todos los 21 de marzo, miles de personas han marchado por las calles del centro de Londres para pedir que se acabe el racismo; un tema muy actual en el Reino Unido tras el aumento de delitos de índole racista después del referéndum del brexit del pasado mes de junio.
Aunque el lema oficial de la marcha ha sido "No al racismo", se podía escuchar una variedad de mensajes en favor de la sanidad pública, de un sistema educativo sin prejuicios, de la llegada de refugiados y los inmigrantes, y es que según la opinión de muchos de los presentes, los problemas comienzan y acaban en el número 10 de Downing Street (la residencia de la primera ministra británica, Theresa May) pero se ven acentuados con el brexit.
Tras la llegada a la plaza del Parlamento, activistas, sindicalistas y políticos expresaron su apoyo por las causas que les habían juntado, la solidaridad con inmigrantes, refugiados y minorías étnicas, así como su rechazo al auge de la extrema derecha que se vive en el resto del mundo, desde el presidente de EE.UU., Donald Trump, hasta la líder del partido francés Frente Nacional (FN), Marine Le Pen.
La marcha ha tenido su réplica en distintas ciudades europeas, mientras que Londres se prepara para otra jornada de protestas el fin de semana que viene coincidiendo con la activación del artículo 50 y el proceso de salida de la Unión Europea (UE).
Ian Díez, Londres.
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