El mandatario británico y el de la CE han mantenido este viernes en Bruselas, capital belga, una reunión que ambos han calificado como “difícil, pero constructiva”. La negociación progresa, pero queda “mucho por hacer”, han reconocido.
Como fondo del encuentro, se halla la búsqueda de un acuerdo sobre la negociación de las reformas que el primer ministro británico quiere obtener de la Unión Europea (UE) antes de someter a referéndum la permanencia de su país en el bloque.
La reunión ha girado alrededor de la más controvertida de las cuatro reclamaciones que Cameron formuló por escrito en noviembre pasado: la retirada de determinadas ayudas públicas a los trabajadores procedentes de otros países de la UE durante sus primeros cuatro años en el Reino Unido.

La oferta de Bruselas, según han recogido en esta misma jornada diversos medios británicos, consiste en permitir que Londres deniegue esas ayudas, pero solo en caso de emergencia: si demuestra que el flujo de inmigrantes comunitarios supone una carga inasumible para el Estado de Bienestar británico, y siempre que lo apruebe la mayoría de Estados miembros.
Esta opción, conocida como "freno de emergencia", es la cuarta de la lista que el inquilino del número 10 de Downing Street presentó en su día a la Comisión. Una idea que viene estudiándose desde hace semanas es que estaría a disposición de todos los Estados miembros, no solo del Reino Unido, y su aplicación no sería competencia del Parlamento británico, sino que debería aprobarla la mayoría de los socios europeos.
La pretensión británica de impedir durante cuatro años el acceso a determinadas ayudas públicas a los trabajadores procedentes de otros países europeos suscita la oposición frontal de la mayoría de los socios, que entienden que la medida constituye un desafío flagrante a los principios de igualdad y de libre circulación de personas en el espacio comunitario.
En las últimas semanas había quedado claro que los socios de Eurozona no accederían a la reclamación de Cameron, y este mostró cierta flexibilidad al señalar que estaba dispuesto a escuchar otras propuestas encaminadas a lograr el mismo objetivo, como reducir la inmigración al Reino Unido, ya que para el político britanico las ayudas públicas a los trabajadores que residen en su territorio constituyen un efecto llamada para ciudadanos de otros países de la UE.
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