El embajador de El Líbano ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), Salim Baddoura, condenó, en duros términos, la campaña de difamación que lleva el régimen israelí contra el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), según informó el martes la cadena local Al-Mayadeen.
Recientemente, la representante permanente de Israel en el mismo ente, Meirav Eilon Shahar, tachando a Hezbolá de “terrorista” alegó, sin mostrar ninguna prueba, que el sistema de sus misiles representa una amenaza para los libaneses.
En esta misma línea, el diplomático libanés, rechazando las alegaciones de la diplomática israelí, enfatizó que tales acusaciones son “calumnias e injerencia descarada” en los asuntos libaneses.
El pasado mes de enero, Baddoura aseguró que Hezbolá representa a un gran segmento del pueblo libanés, y es parte de la resistencia del país árabe contra la ocupación israelí y participa en la vida política de la nación.
Hezbolá, además de responder a las agresiones del régimen de Tel Aviv, sigue brindando su apoyo incondicional a algunos países de la región de Asia Occidental como Siria, para erradicar los grupos terroristas.
En 2006, Israel abrió un nuevo frente de guerra contra Hezbolá y lanzó amplios ataques desde tierra, mar y aire contra el territorio libanés. Sin embargo, gracias a la resistencia libanesa, el régimen de Tel Aviv se vio obligado a retirarse sin haber logrado ninguno de sus objetivos.
Desde entonces, la capacidad militar de Hezbolá, en concreto en el campo de misiles, ha aumentado tanto que ya el movimiento libanés es la mayor amenaza para la ocupación israelí, conforme admiten propios funcionarios de Israel.
Varios expertos militares y funcionarios israelíes han advertido al régimen de Tel Aviv que deje de escalar las tensiones con Hezbolá, puesto que, en caso de una guerra, el movimiento libanés puede disparar 2000 misiles por día y alcanzar el corazón de los territorios ocupados.
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