“Es imposible (…) sabemos que Hezbolá (Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano) no tiene ningún almacenamiento de armas en el puerto de Beirut. Sin embargo, esta pista también será investigada”, así ha indicado Michel Aoun, en una entrevista concedida al diario italiano Corriere della Sera, publicada este martes.
El mandatario libanés, además, ha resaltado que las pesquisas puestas en marcha sobre este incidente mortal tienen como objetivo determinar si la explosión ocurrió por un acto de negligencia, un accidente o una “interferencia extranjera”.
El Líbano está devastado tras unas potentes explosiones que sacudieron el pasado 4 de agosto la zona portuaria de Beirut, la capital libanesa, y dejaron un saldo de 158 muertos y 5000 heridos. El Gobierno ha declarado estado de emergencia y ha anunciado una investigación para hallar a los responsables y presentarlos ante la justicia.
“Aunque parece que ha sido un accidente, quiero evitar que me acusen de no haber escuchado todas las hipótesis”, ha indicado Aoun, para después reiterar que los responsables de este desastre deben pagar un precio alto.
El presidente no ha descartado, además, que lo ocurrido fuera provocado por un ataque israelí, citando a los residentes de la capitalina Beirut que afirman haber visto unos aviones pasando por el puerto justo antes de la explosión. “Aunque no es muy creíble, hay que escucharlo”, ha agregado.
En otra parte de sus declaraciones, Aoun ha rechazado las presiones internas y externas para desarmar a Hezbolá, considerándolo uno de los ejes más importantes de El Líbano para enfrentarse a las agresiones del régimen de Israel.
“Israel continúa provocando y lanzando ataques a nuestro país. Pensaremos en el desarme de Hezbolá solo cuando se terminen estas amenazas”, ha sostenido el jefe del Estado libanés.
Hasta el momento, se desconoce la causa exacta del estallido del puerto de Beirut, pero algunas investigaciones preliminares apuntan como el origen de la enorme explosión a las 2750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto. Aoun no descartó anteriormente la posibilidad del impacto de un cohete o bomba como causa de la deflagración.
Aunque las autoridades israelíes niegan estar involucradas en las explosiones en Beirut, los expertos consideraron el incidente una oportunidad para que el régimen de ocupación saliera ileso de “la venganza” que esperaba por parte Hezbolá en un ataque aéreo en Siria.
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