• Un buque de transporte anfibio de la Armada de EEUU, frente a la costa de Puerto Rico.
Publicada: sábado, 11 de octubre de 2025 10:24

Cualquier acción militar de Washington contra Venezuela podría conducir al aislamiento internacional de Estados Unidos, alerta el think tank Stimson Center.

En un análisis recientemente publicado, el instituto de ideas estadounidense ha subrayado que la decisión del Gobierno del presidente Donald Trump de atacar embarcaciones civiles en el Caribe ha generado una ola de condenas en los países de la región.

El estudio ha cuestionado también la decisión de EE.UU. de tomar medidas más amplias, como ataques aéreos en el territorio venezolano o incluso un intento de cambio de régimen a gran escala.

Al respecto, ha precisado que los recientes ataques estadounidenses a cuatro barcos en el Caribe, que dejaron 21 muertos civiles, han llevado a los grupos nacionales y los gobiernos extranjeros a acusar a Washington de “comportamiento ilegal y belicista”.

Según el instituto, cualquiera de las tres vías que prosigue EE.UU., es decir continuar con los ataques contra buques civiles, ampliar los ataques selectivos en Venezuela o intentar un cambio de régimen en este país, dejaría a Estados Unidos en una situación aún peor.

El enfoque de la Administración Trump es estratégicamente erróneo y corre el riesgo de desestabilizar aún más la región y aumentar la hostilidad hacia Estados Unidos sin obtener beneficios tangibles”, ha aseverado Stimson Center, subrayando que el Gobierno actual estadounidense ha demostrado que pretende escalar unilateralmente el nivel de conflicto en la región.

En este contexto, ha advertido de que la expansión de la acción militar estadounidense contra Venezuela y el Caribe tiene graves consecuencias para Washington y prácticamente ningún beneficio, pues, ha recomendado al Administración Trump y el Congreso estadounidense a reconsiderar su enfoque ya que corren el riesgo de convertir al país en un Estado aislado.

 

Conforme al estudio, Estados Unidos ya está experimentando algunas de las consecuencias de este enfoque, desde la condena generalizada de los países de la región hasta la reducción de la actividad empresarial y amenazas de acciones legales por parte de las familias de las víctimas.

Si Estados Unidos continúa con su política de atacar a civiles que no han sido juzgados ni han participado en combate, probablemente enfrentará sanciones y posturas más hostiles”, ha alertado.

Según el informe, incluso los gobiernos que han cooperado previamente con EE.UU. en la lucha contra las drogas percibirán estas políticas como provocativas y amenazantes.

En otra parte de sus análisis, Stimson Center destaca que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha utilizado estos ataques como una prueba del imperialismo y los excesos estadounidenses, y asegura que continuar con esta tendencia podría fortalecer perversamente la posición interna del líder chavista, quien, en respuesta a las amenazas estadounidenses, ha movilizado a las fuerzas populares y se ha presentado como alguien que se enfrenta a la agresión norteamericana.

El informe recalca que Venezuela no es productora de fentanilo y que la principal ruta de tráfico de cocaína hacia Estados Unidos atraviesa el océano Pacífico y Colombia, y concluye que, si bien los ataques podrían reducir la cantidad de cocaína contrabandeada desde el Caribe, es poco probable que esta reducción conduzca a una disminución en la cantidad de drogas que entra en Estados Unidos y solo modificará la ruta de tráfico hacia otras regiones.

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