Son aproximadamente 230 000 casos los que la administración de Trump quiere que se revisen y se vulva a entrevistar a los solicitantes de refugio, casos como el de esta mujer a la que llamaremos “María” por motivos de seguridad, que según ella el simple hecho de tener que pasar una vez más por ese tipo de entrevista la pone nerviosa.
Si los solicitantes no convencen al agente que los entrevistara de que su vida corre peligro de regresar a su país, automáticamente podrían perder el estatus y no solo eso, aquellos que incluso están ya en proceso de residencia permanente la podrían perder.
De entrada, la administración está detrás de aquellos que entraron al país a partir del 20 de enero del 2020 durante la administración de Biden.
Según Trump a esas solicitudes se le dio prioridad a la rapidez, la cantidad y admisiones, por encima de las entrevistas, selección y verificación de datos y que eso es un riesgo para la seguridad nacional.
Fernando Mejia, EE.UU.
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