• Una imagen de los buques estadounidenses en el Caribe.
Publicada: viernes, 10 de octubre de 2025 7:29

Venezuela solicita una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) por la escalada militar de de EE.UU. en el Caribe.

“El Gobierno Bolivariano de Venezuela ha solicitado formalmente una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ante la grave escalada de agresiones y despliegue militar sin precedentes de los Estados Unidos en el Caribe”, así dio a conocer el jueves el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Yván Gil, en una publicación en su canal de Telegram.

La misiva, firmada por el representante de Venezuela en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Reinaldo Moncada, y remitida al embajador ruso en la ONU y también presidente del CSNU durante octubre, Vassily Nebenzia, denuncia que el Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha intensificado acciones contra la nación bolivariana.

Esto, ha proseguido la carta fechada el 9 de octubre, incluye el bloqueo económico con más de 1000 medidas coercitivas unilaterales y el despliegue militar de destructores misilísticos, aviones de guerra, tropas élite y un submarino nuclear cerca de las costas venezolanas.

La misiva, al señalar que tales acciones violan el Tratado de Tlatelolco y la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, y que se realizan bajo el pretexto de una supuesta lucha contra el narcotráfico, ha denunciado que EE.UU. ha ejecutado bombardeos contra embarcaciones civiles en aguas internacionales, lo que ha resultado en ejecuciones extrajudiciales, según expertos de la ONU.

Con ello, violan el derecho a la vida y el principio de presunción de inocencia, constata la nota, para luego agregar que “se trata de una violación flagrante a los derechos humanos, incluyendo al más sagrado de todos, el derecho a la vida misma”.

La carta también recalca que el Gobierno venezolano enfrenta la fabricación de narrativas destinadas a justificar una posible agresión militar, indicando las declaraciones de Trump sobre la intención de “hacer volar” al presidente venezolano, Nicolás Maduro, una retórica violenta que se suma a la oferta de millones de dólares por información que conduzca a la captura del jefe de Estado venezolano.

Como parte de estos argumentos falsos, repudia la carta, se vincula al gobierno encabezado por Nicolás Maduro con cárteles de la droga, catalogados por Washington como “organizaciones terroristas”. Frente a estos grupos, el jefe de la Casa Blanca estaría considerando una “incursión terrestre”, lo que implicaría una agresión directa a la soberanía e integridad territorial de Venezuela.

 

Las alegaciones de Trump, buscan invocar falsamente el Artículo 51 de la Carta de la ONU bajo la doctrina de “unwilling or unable” para justificar ataques preventivos, critica la publicación.

De igual manera, dresalta las recientes maniobras militares en la región del Caribe, incluyendo sobrevuelos no autorizados de aviones de guerra estadounidenses en la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, lo que puso en riesgo la seguridad de la aviación civil.

Asimismo, menciona la votación del 8 de octubre en el Senado estadounidense, que rechazó con 51 en contra y 48 a favor una moción para detener los ataques contra pescadores. Esto podría interpretarse como una autorización implícita de la cámara alta para intensificar las hostilidades, repudia el texto.

Venezuela advierte que esta escalada podría derivar en un ataque armado en el corto plazo, con graves consecuencias para la estabilidad regional, como el aumento de la migración, el terrorismo y el extremismo violento.

“Un ataque armado por parte de los Estados Unidos de América contra la República Bolivariana de Venezuela puede ocurrir en un muy corto plazo”, apostilla el documento, comparando la situación con la invasión de Irak en 2003.

Ante semejante peligro, Venezuela solicita una reunión urgente del Consejo de Seguridad para determinar la existencia de una amenaza a la paz y formular recomendaciones.

El país bolivariano reafirma su compromiso con el diálogo y la diplomacia, destacando que “Venezuela no es una amenaza para nadie” y que defenderá su independencia nacional en unión cívico-militar.

En julio, la Administración del Trump firmó una orden aún secreta por la que ordenaba al Ejército estadounidense el uso de la fuerza contra los cárteles de la droga que su gobierno ha calificado de terroristas.  Luego, el Departamento de Defensa (el Pentágono) comenzó a desplegar una gran fuerza naval en el Caribe —incluyendo 6500 tropas y varios destructores y un submarino nuclear—.

Desde agosto las tensiones entre ambos países aumenta cada día, tras el despliegue militar naval de Estados Unidos, que han realizado al menos cuatro ataques a embarcaciones que se desplazaban en aguas internacionales el Caribe y que, según Washington, transportaban droga desde las costas de Venezuela.

Además, según medios, EE.UU. ha suspendido el diálogo hacia un acuerdo diplomático con Venezuela. En este contexto, Maduro ha ordenado la preparación militar de todos los venezolanos para enfrentar una posible agresión militar dentro del país bolivariano.

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