El periódico británico The Guardian señaló el 29 de junio en un informe que el agresivo y secreto ataque aéreo de Estados Unidos contra Irán vulneró la Carta de la ONU y las intervenciones precipitadas del presidente estadounidense, Donald Trump, solo harán al mundo más peligroso.
“Irán fue atacado sobre la base de una mentira (ni la inteligencia de EE.UU. ni la ONU respaldaron la afirmación de Netanyahu de que Irán estaba desarrollando armas nucleares)”, afirmó el artículo.
Según el rotativo, los gobiernos europeos también se negaron a condenar el bombardeo de las instalaciones nucleares de Irán por Estados Unidos, y la totalidad de estos acontecimientos y sucesos intensificarán la desconfianza global hacia Occidente.
El informe indica que Irán desea el levantamiento de las sanciones estadounidenses y podría aceptar discutir este asunto, pero no aceptará abandonar sus actividades nucleares en el futuro.
La nota destaca que las acciones de Trump en Ucrania y Gaza han demostrado que sus intervenciones precipitadas, irreflexivas y desinformadas solo harán que el mundo sea más peligroso.
Asimismo, manifiesta que los agresivos ataques aéreos estadounidenses contra Irán violaron la Carta de la ONU y ayudaron a los estados rebeldes a justificar agresiones ilegales.
“Incluso al seguir ayudando e instigando a Netanyahu, quien ha sido acusado de crímenes de guerra, Trump se expone a ser procesado por la Corte Penal Internacional”, rezó el informe.
En este sentido, el periódico menciona que los brutales ataques militares estadounidenses del pasado, liderados por políticos republicanos, no solo no han logrado la paz, sino que a menudo han exacerbado los problemas existentes, y este círculo vicioso continuará a menos que los políticos demócratas del país tengan el coraje de desafiarlo.
La futilidad y la falta de propósito de esta guerra son asombrosas. No logró prácticamente nada positivo. Causó miseria, destrucción e inseguridad. La fuerza bruta rara vez logra fines pacíficos. Suele agravar los problemas existentes, y eso es lo que ocurrió aquí”, aseveró.
El 13 de junio marcó el inicio de una agresión brutal del régimen israelí contra Irán. Israel lanzó una agresión abierta, no provocada y ampliamente condenada contra el país persa, en la que fueron asesinados varios altos comandantes militares, destacados científicos nucleares y muchos civiles.
Según las cifras publicadas, más de 950 ciudadanos iraníes fueron asesinados en estos ataques y más de 5000 resultaron heridos.
Más de una semana después, el 22 de junio, Estados Unidos se unió a esta ofensiva, bombardeando tres instalaciones nucleares iraníes. Estos ataques representaron una grave violación de la Carta de las Naciones Unidas, del derecho internacional humanitario y del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, del cual Irán es signatario.
En el marco de la operación Verdadera Promesa III, Irán respondió con oleadas de misiles y ataques con drones que alcanzaron objetivos estratégicos israelíes, incluidos en Tel Aviv y Haifa.
Además, las Fuerzas Armadas iraníes dispararon misiles contra la base aérea estadounidense Al-Udeid en Catar en repuesta a su agresión contra los sitios nucleares del país.
La contraofensiva de Irán contra los agresores les obligó a detener la agresión y declarar un alto el fuego el 24 de junio.
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