El presidente de EE.UU., Joe Biden, volvió a repudiar el lunes la solicitud del fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, de órdenes de arresto contra el primer ministro del régimen de Israel, Benjamín Netanyahu, y su ministro de asuntos militares, Yoav Gallant, señalando que la actual situación en la Franja de Gaza no tiene nada que ver con un “genocidio”.
“Lo que está ocurriendo [en Gaza] no es un genocidio, lo rechazamos”, dijo el mandatario estadounidense en su discurso en el marco de la celebración del Mes de la Herencia Judía Estadounidense.
El inquilino de la Casa Blanca hizo estas declaraciones mientras la guerra genocida del régimen israelí se ha cobrado la vida de al menos 35 562 personas en la asediada franja costera palestina, mientras el 80 % de la población del territorio, de 2,3 millones de habitantes, se vio obligado a abandonar sus hogares debido a los brutales bombardeos israelíes.
Los comentarios se produjeron a pesar de que el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) Karim Khan, solicita orden de arresto contra Netanyahu por los crímenes de guerra del régimen y los ataques sistemáticos contra los palestinos en la Franja de Gaza.
El régimen israelí también enfrenta procedimientos legales en un tribunal diferente, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU, que se ocupa de acusaciones contra el régimen por parte de Sudáfrica, que ha calificado la guerra israelí de genocida.
Anteriormente, Biden había tildado la petición del fiscal del tribunal internacional de “indignante”, y subrayado que no hay ninguna equivalencia entre Israel y el Movimiento de la resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
El presidente estadounidense continuó diciendo: “Queremos que HAMAS sea derrotado. Estamos trabajando con Israel para que eso suceda”.
En cuanto a las manifestaciones estudiantiles propalestinas que últimamente han sacudido al país norteamericano, Biden al alegar que estas protestan provocan el aumento de antisemitismo, señaló que “Es absolutamente despreciable. Está mal y debe acabar”.
Desde el inicio de la guerra, Washington ha equipado al régimen de Tel Aviv con miles de toneladas de ayuda militar letal. También ha anulado varias resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedían la implementación de un alto el fuego inmediato en el brutal ataque militar.
hnb
