• El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, habla en una conferencia, Arlington, estado de Virginia, 24 de abril de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 10 de mayo de 2019 21:28
Actualizada: sábado, 11 de mayo de 2019 19:58

EE.UU. escala la presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro, incluyendo en su lista negra a dos compañías navieras y buques petroleros vinculados con Venezuela.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha impuesto este viernes sanciones a la compañía Monsoon Navigation Corporation, con sede en la República de las Islas Marshall, sita en el océano Pacífico, y su petrolero Ocean Elegance.

Serenity Navigation Ltd. —que tiene sus oficinas centrales en Liberia, país ubicado en África Occidental— y su buque petrolífero León Díaz también figuran en la lista.

Ambas embarcaciones, de bandera panameña, han transportado, según el Tesorero estadounidense, crudo venezolano a Cuba desde finales de 2018.

Las sanciones inhabilitan a las firmas y los navieros a realizar negocios con ciudadanos y compañías estadounidenses y también congelan cualquier activo que las empresas pudieran tener o controlar en Estados Unidos.

 

EE.UU. intenta explicar el motivo de las nuevas sanciones y amenaza con más

La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro ha explicado que las nuevas restricciones contra las firmas navieras y sus petroleros forman parte de los intentos de la Administración del presidente Donald Trump para forzar la salida del Gobierno de Nicolás Maduro.

De igual modo, ha señalado que las sanciones de este viernes son “una respuesta directa” a la “ilegal” detención del vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN) venezolana —declarada en desacato desde 2016—, Edgar Zambrano, por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN)​.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, por su parte, ha amenazado con “nuevas acciones”, si Cuba continúa recibiendo el petróleo venezolano “a cambio de apoyo militar” que ofrece para preservar al Gobierno chavista en el poder.

Mnuchin, asimismo, ha advertido de que los sectores de Defensa y Seguridad de Venezuela también podrían ser blanco de próximas sanciones de EE.UU., si siguen apoyando a Caracas.

No obstante, pese a las severas sanciones sobre el país miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Maduro sigue dirigiendo Venezuela, respaldado por Cuba, Rusia y China, manteniendo el apoyo de las Fuerzas Armadas y otras instituciones.

Venezuela pierde miles de millones de dólares por las sanciones

El ministro del Poder Popular de Planificación de Venezuela, Ricardo Menéndez, informó en febrero pasado que la “agresión económica” de EE.UU. había infligido una pérdida de 38 000 millones de dólares al país suramericano.

Según el ministro, solo 2000 millones de dicha cifra corresponden a efectos sobre el Producto Interior Bruto (PIB), mientras que 15 000 millones están relacionados con la empresa Citgo, filial de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en el territorio estadounidense.

Rusia, a su vez, ha denunciado que Washington, con las sanciones injustas, ha robado 30 000 millones de dólares a la nación venezolana.

A la pérdida económica se suman los riesgos que corren los venezolanos, entre ellos los menores de edad. Conforme a un estudio realizado en abril por los economistas Mark Weisbrot y Jeffrey Sachs, cerca de 40 000 venezolanos murieron a causa de las sanciones ilegales impuestas por Estados Unidos desde agosto de 2017.

Las autoridades chavistas aseguran que la crisis en Venezuela ha sido orquestada por Washington con la ayuda de la oposición venezolana de cara a un golpe de Estado contra Maduro y poner en su lugar un gobierno títere que permita a Washington apoderarse de los recursos naturales del país bolivariano.

 

¿Cómo se gestaron nuevos intentos para derrocar a Maduro?

Todo empezó desde el 10 de enero, cuando Maduro tomó posesión en un segundo mandato consecutivo, luego de salir ganador de las presidenciales de mayo de 2018. Sin embargo, la oposición venezolana, apoyada desde el exterior, se negó a reconocer los resultados.

Apenas dos semanas después del juramento, Juan Guaidó, nuevo jefe de la AN de mayoría opositora y declarada en desacato en 2016 se proclamó como presidente interino de Venezuela, país rico en recursos petrolíferos.

En un flagrante intento de golpe de Estado, orquestado desde EE.UU., el Occidente reconoció al golpista aun cuando la autoproclamación es ilegal, pues viola la Constitución —los artículos 333, 350 y 233— que rige el país sudamericano desde 1999.

Guaidó, un títere de EE.UU., según Caracas, podría ser nueva oportunidad y una herramienta para intentos dirigidos desde el exterior por derrocar a la Revolución Bolivariana, que tiene una doctrina antimperialista.

La Casa Blanca pretende limitar las actividades petrolíderas de Venezuela para presionar economicamente al país y provocar una sublevación contra el Gobierno legítimo de Maduro. La nación y el Ejército venezolanos, no obstante, siguen expresando su apoyo a Maduro, dado que saben que todo lo que busca EE.UU. es las riquezas naturales y restraurar su dominio en la región, conocida una vez como su ‘patio trasero’.

ask/ctl/tqi/mkh