El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, informó que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) enfrentó el sábado problemas de personal en 22 centros de control de tráfico aéreo. Además, advirtió que “se espera que la escasez adicional provoque más retrasos y cancelaciones de vuelos en los próximos días”.
Según FlightAware, un sitio web de seguimiento de vuelos, hasta las 04:00 GMT del lunes se habían registrado más de 8000 retrasos en vuelos nacionales, frente a los 5300 del sábado. En este sentido, Southwest Airlines encabezó la lista con un 45 % de sus vuelos demorados, seguida por American Airlines, con un tercio, y United y Delta, con 24 % y 17 %, respectivamente.
Unos 13 000 controladores aéreos y 50 000 empleados de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) continúan trabajando sin recibir salario debido al cierre del Gobierno que comenzó el 1 de octubre. El aumento de los retrasos está siendo observado de cerca por analistas, que temen que el cierre complique cada vez más la vida cotidiana de los estadounidenses.
Duffy explicó que la FAA tuvo 22 “señales de alerta” por falta de personal, lo que calificó como “una de las más altas que hemos visto en el sistema desde el 1 de octubre” y destacó que “es una señal de que los controladores se están agotando” y que muchos buscan “segundos empleos” para compensar la pérdida de ingresos.
La FAA opera con unos 3500 controladores menos de lo necesario, muchos de los cuales ya trabajaban horas extras y semanas de seis días antes del cierre. Duffy y otros republicanos han culpado a los demócratas por rechazar una ley de financiación temporal “limpia”, mientras que los demócratas responsabilizan al presidente estadounidense, Donald Trump, y al Partido Republicano por negarse a negociar sobre los subsidios de salud que vencen a fin de año.
El desacuerdo entre republicanos y demócratas sobre la aprobación de un presupuesto temporal ha provocado el cierre del Gobierno. Los republicanos exigen un proyecto de ley de financiamiento a corto plazo sin condiciones ni cambios políticos, destinado únicamente a mantener las operaciones gubernamentales.
Por su parte, los demócratas advierten que no apoyarán dicho presupuesto mientras no se llegue a un acuerdo sobre la extensión de los subsidios de salud vinculados al seguro médico universal que expiran a fin de año. Este estancamiento ha generado la continuación del cierre gubernamental y la suspensión del pago de salarios a numerosos empleados federales.
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