El hackeo tal vez ocurrió hace meses pero no fue descubierto sino hasta hace poco, según reveló un oficial enterado del asunto.
Una vez enteradas del ataque, las autoridades del Pentágono abrieron una investigación para conocer la magnitud y alcance del hackeo y el responsable.
Hablando a condición de preservar su anonimato, el oficial del Departamento de Defensa estadounidense dijo que la transgresión cibernética quizá afectó a unos 30 000 trabajadores, aunque sostuvo que el número podría aumentar a medida que avance la pesquisa.
El responsable precisó que el hackeo expuso información personal y datos de tarjetas de crédito de personal civil y militar, pero descartó que hubiera afectado a la información clasificada del organismo.
Hace varios días, la Oficina de Contabilidad del Gobierno de EE.UU. (GAO, por siglas en inglés) advirtió de que el equipamiento militar del país estaba cada vez más conectado y esto hace que sea más vulnerable a los ataques cibernéticos.
En enero, el Departamento de Defensa de EE.UU. redactó una nueva política estratégica nuclear y la presentó al presidente Donald Trump para su aprobación. El documento contempló el uso de armas nucleares para responder a una amplia gama de ataques devastadores como puede ser un ataque cibernético en la infraestructura estadounidense.
Con una suposición de esta índole, el Pentágono ve justificada una respuesta nuclear a una agresión extranjera, aunque los empleados del Departamento destacaron que habría otras opciones más convencionales para dicha represalia.
Durante muchos años, Estados Unidos ha acusado a Rusia, China y Corea del Norte, de lanzar ataques cibernéticos contra el territorio estadounidense, hecho que han desmentido los tres Estados.
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