• El presidente chino, Xi Jingping (izda.), y su par estadounidense, Donald Trump, en un evento en Pekín, 7 de noviembre de 2017 (Foto: AFP).
Publicada: domingo, 19 de agosto de 2018 9:19
Actualizada: domingo, 19 de agosto de 2018 10:09

Tras 18 meses de tratar a Corea del Norte como la principal amenaza a la seguridad nacional, el presidente de EE.UU., Donald Trump, centra su atención en China.

Así lo anunció el diario estadounidense The Washington Post en un artículo publicado el sábado en el que también consideró que EE.UU. está adoptando un enfoque más agresivo hacia Pekín, algo que según los expertos, muestra un giro arriesgado en la política de la Casa Blanca.

Los analistas citados por el rotativo dicen que el aumento de la hostilidad sugiere que Trump, y sus asesores han llegado a ver al gigante asiático como un poder maligno, un competidor directo y adversario, cuya creciente influencia debe ser suavizada mediante contramedidas más extremas.

Hasta cierto punto, añade la fuente, es una opinión que se comparte ampliamente entre los analistas de política exterior de Washington, ya que el presidente chino, Xi Jinping, ha consolidado el poder y perseguido una agenda agresiva de crecimiento económico y expansión territorial.

“No veo muchos asuntos con los que esta Administración esté tratando de trabajar con China (…) Creo que esta Administración está de acuerdo en que China es un competidor, y el esfuerzo aquí realmente se centra en cómo tenemos una estrategia competitiva más efectiva con China”, dijo Bonnie Glaser, experto en asuntos chinos, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington (EE.UU.).

No veo muchos asuntos con los que esta Administración (de EE.UU.) esté tratando de trabajar con China (…) Creo que esta Administración está de acuerdo en que China es un competidor, y el esfuerzo aquí realmente se centra en cómo tenemos una estrategia competitiva más efectiva con China”, dijo Bonnie Glaser, experto en asuntos chinos, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington (EE.UU.).

La preocupación de Trump por China se hizo evidente el jueves en una reunión del Gabinete en la Casa Blanca. Durante la discusión de una hora, abierta a los periodistas, el mandatario estadounidense acusó a Pekín de aliviar la presión económica sobre Corea del Norte y de inundar Estados Unidos con opiáceos adictivos.

Washington y Pekín están inmersos en una disputa comercial desatada por la Administración de Trump bajo diversos pretextos, como el robo por empresas tecnológicas chinas de tecnología de propiedad intelectual de firmas estadounidenses.

Estados Unidos comenzó el pasado 6 de julio a imponer aranceles del 25 % a la importación de bienes de China por valor de 34 000 millones de dólares, lo que ha sido denunciado por Pekín como una violación de las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

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