• Refugiados centroamericanos en la frontera de Estados Unidos, McAllen, Texas, 4 de enero de 2017.
Publicada: martes, 19 de junio de 2018 5:00
Actualizada: martes, 19 de junio de 2018 10:31

Amnistía Internacional denuncia que la separación de las familias migrantes en las fronteras es una crisis creada por el Gobierno de EE.UU. de Donald Trump.

“No se equivoquen, la separación de estas familias es una crisis creada por el Gobierno. El Gobierno estadounidense está haciendo un juego sucio con la vida de estas familias, jugando a las políticas con lo que es una seria y creciente crisis de refugiados”, deploró el lunes la directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), Erika Guevara-Rosas.

La activista mexicana-estadounidense lamentó que la nueva política de la Administración de Donald Trump, presidente de EE.UU., al igual que las reformas migratorias anteriormente adoptadas, se dirija contra cualquier familia que busca “la seguridad” en Estados Unidos, agudizando así el trauma y el dolor que ya han experimentado, añadió.

Guevara aseguró que la política la de la Casa Blanca de separar a los padres de sus hijos tiene como objetivo “imponer severos sufrimientos mentales” a dichas familias, para disuadirlas de entrar al país.

Al recordar que muchos de estos inmigrantes provienen de países como Honduras y El Salvador, donde se registran “graves violaciones a los derechos humanos”, la abogada consideró que la nueva política de Trump no solo “viola” los derechos de estos padres y niños sino las obligaciones de Washington respecto a la ley de los refugiados.

No se equivoquen, la separación de estas familias es una crisis creada por el Gobierno. El Gobierno estadounidense está haciendo un juego sucio con la vida de estas familias, jugando a las políticas con lo que es una seria y creciente crisis de refugiados”, repudia la directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), Erika Guevara-Rosas.

 

En otro momento de sus declaraciones, Guevara se refirió a las escalofriantes imágenes de los niños separados de sus familias y metidos en jaulas, y consideró que esta política cruel y de tolerancia cero “es nada menos que tortura”.

La AI ha entrevistado recientemente a 17 padres refugiados que fueron separados “a la fuerza” de sus hijos: 14 de ellos habían entrado al territorio estadounidense de forma legal para solicitar asilo.

Este organismo internacional ha pedido a la Administración de Trump que ponga fin a esta política “no necesaria”, “ilegal” y “devastadora” y que trate de “reunir” a las familias que han sufrido separaciones.

La medida inhumana de Trump, que también ha provocado la indignación de la primera dama Melania, ha causado la separación de un total de 1995 niños de sus familiares adultos cuando trataban de acceder a EE.UU. entre el 19 de abril y el 31 de mayo, según las estadísticas del Departamento de Seguridad Interior del país norteamericano.

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