“Hoy, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro ha sancionado a cinco entidades con sede en Irán subordinadas a un elemento clave del programa de misiles balísticos de Irán”, se lee en el comunicado.
Según el comunicado, todas las propiedades e intereses en propiedad de los referidos grupos industriales están bloqueados y las personas estadounidenses generalmente tienen prohibido realizar transacciones con ellos.
Además, añade, las instituciones financieras extranjeras que faciliten las transacciones significativas o personas que brinden material u otro tipo de apoyo a dichas entidades corren el riesgo de estar expuestas a sanciones.
Eso mientras Teherán ha subrayado en reiteradas ocasiones que el programa de misiles de Irán es de carácter disuasivo, pues cada país tiene derecho a la autodefensa, sobre todo cuando los países de la región compran las armas de último modelo, y nadie puede obligar a la República Islámica de Irán a no fabricar sus propias armas ante esta situación.
Hoy, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro sancionó a cinco entidades con sede en Irán subordinadas a un elemento clave del programa de misiles balísticos de Irán”, según el comunicado del Departamento del Tesoro de EE.UU.
Treasury sanctions 5 Iranian entities,
— Treasury Department (@USTreasury) January 4, 2018
illustrating regime’s prioritization of destabilizing weapons systems at the
expense of its people: https://t.co/aRovyRWYwA
A su vez, el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, ha vinculado la decisión con las recientes protestas en Irán, alegando que la República Islámica debería gastar más en el bienestar público que en armas prohibidas.
Al mismo tiempo, ha acusado al Gobierno iraní y al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de financiar a los grupos terroristas y violar los derechos humanos. Teherán ha rechazado en reiteradas ocasiones tales acusaciones.
Por lo tanto, ha proseguido, Washington denuncia la mala gestión económica de Teherán y seguirá luchando contra el Gobierno iraní mediante varias vías, entre ellas, sanciones adicionales.
Eso se produce mientras las autoridades iraníes acusan a Washington y sus aliados de interferir en los asuntos internos del país asegurando que el apoyo de EE.UU. a los disturbios es una muestra clara de sus conatos para desestabilizar Irán e “impulsar una nueva sedición en el país”.
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