“Estados Unidos se opone fuerte y tajantemente a la existencia de la sección siete en el orden del día del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU): ‘Situación de los derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados’”, ha anunciado este lunes el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner.
De esta manera, el titular estadounidense ha afirmado que su país no asistirá a la sesión de este lunes del CDHNU, en la cual se discutirá cualquier presunto abuso de los derechos humanos cometidos por el régimen de Tel Aviv contra los palestinos.
Toner ha tachado dicha sesión de “una de las mayores amenazas a la credibilidad” del Consejo. No se trata de la primera vez que Washington muestra su apoyo al régimen israelí. Además, desde que el presidente de EE.UU., Donald Trump, llegó al cargo, los lazos entre EE.UU. y el régimen de Tel Aviv se han afianzado más que nunca.
La reunión de este lunes es otra muestra de la ‘duradera’ retórica negativa del Consejo de Derechos Humanos de la ONU contra Israel, ha proseguido el vocero, al denunciar que solo ese régimen se ha visto compelido a encarar una sesión entera del CDHNU.
Cabe recordar que Estados Unidos busca reformar dicho Consejo y acabar con lo que llama su obsesión por el régimen de Israel. Asimismo, el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, dijo la semana pasada que su país abandonaría el CDHNU, si este órgano no realiza cambios estructurales.
"Más adelante esta semana, Estados Unidos votará en contra de todas las resoluciones presentadas bajo este punto del programa y está animando a otros países a hacer lo mismo", ha destacado Toner.
Desde su creación en 2006, el Consejo ha sido el blanco de críticas de EE.UU. por su postura antisraelí. El Gobierno del expresidente George W. Bush (2001-2009) se negó a unirse a ese órgano, pero la Administración de Barack Obama (2009-2017) solicitó ser miembro, argumentando que podría influir mejor en el Consejo desde el interior.
Un nuevo informe de la ONU ofreció hace unos días un apoyo explícito a las campañas de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). Igualmente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) aprobó a finales del año pasado una resolución contra los asentamientos ilegales del régimen de Israel, un duro golpe en contra del sionismo.
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