El general Qasem Soleimani, asesinado por EE.UU., dijo en una ocasión durante un discurso ofrecido que los estadounidenses habían depositado sus esperanzas, en vano, en los grupos antirrevolucionarios para derrotar a la República islámica de Irán.
“Hoy, ustedes recogen los desperdicios de la nación iraní, a los antirrevolucionarios y el grupo terrorista Muyahedin Jalq (MKO, por sus siglas en inglés), y depositan sus esperanzas en ellos. ¿Esta es su estrategia?”, se preguntaba, de forma irónica, en su día el teniente general iraní Qasem Soleimani en un discurso en el que subrayó los métodos fallidos planificados por EE.UU. para poder derrocar el sistema político de la República Islámica de Irán, que se había establecido tras la victoria de la Revolución de 1979 que puso fin al régimen monárquico de Mohamad Reza Pahlavi afín a Washington.
El destacado militar iraní aludió a la cabecilla del grupo terrorista MKO, Maryam Rajavi, como el títere de Washington para poner en práctica los planes “diabólicos” de EE.UU. contra el pueblo de Irán. “Envían a una mujer errante de un canal de televisión a otro, ¿acaso han depositado su esperanza en ella? ¿Esto es todo lo que pueden hacer?”, en estos términos cuestionaba el alto estratega persa a los halcones de la Casa Blanca, que bajo órdenes del actual presidente en funciones de EE.UU., Donald Trump, se habían propuesto el objetivo de enfrentarse a Teherán, cuyas autoridades políticas y militares vienen defendiendo contra viento y marea la soberanía e independencia de la nación iraní de los embates imperiales de Estados Unidos, desde hace más de cuarenta años.
De hecho, las autoridades estadounidenses se han reunido en varias ocasiones con el MKO para abordar vías orientadas a hacer frente a la República Islámica de Irán, pese a que ese grupo es responsable de la muerte de miles de ciudadanos iraníes y altos cargos del Gobierno de Teherán.
“Bien conocéis de nuestro poderío en la región de Asia Occidental, bien conocéis de nuestra potencia en una guerra asimétrica” y aun así persistís en vuestros propósitos que serán totalmente inútiles y están abocados a un fracaso sonado, les espetaba el célebre militar iraní, dirigiéndose a las autoridades estadounidenses, en referencia al Eje de la Resistencia, siendo este un movimiento regional pro defensa de la libertad y la independencia de las naciones del oeste de Asia, y cuya gestión lo coordinaba el asesinado general Soleimani.
En la madrugada del 3 de enero de 2020, el comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, y el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y algunos de sus compañeros cayeron mártires en un ataque aéreo perpetrado por las tropas de EE.UU., en Bagdad, capital iraquí.
El alto estratega iraní había contribuido, en gran medida, a la erradicación del grupo terrorista Daesh en Irak y Siria, entre otros complots que habían urdido, EE.UU., y sus aliados, para la región, rica en reservas naturales, entre ellas el petróleo.
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