“El objetivo de nuestros musulmanes en el eje de la Resistencia es la libertad y la independencia y el general Soleimani gestionaba como coordinador de este eje”, ha afirmado Naser Abu Sharif, representante del movimiento palestino de la Yihad Islámica en Teherán, capital iraní.
En unas declaraciones ofrecidas en la II Conferencia Internacional de los Derecho Humanos al Estilo Estadounidense, Abu Sharif ha hecho notar que el célebre estratega iraní “nunca” planeaba ataques contra otras naciones y siempre luchaba contra quienes buscaban humillar a las naciones en la región del oeste de Asia.
“Nosotros en el eje de la Resistencia también buscamos tal meta y luchamos contra quienes nos quieren humillados”, ha recalcado el funcionario palestino en la conferencia celebrada este martes en la antigua embajada de EE.UU., conocida entre el pueblo iraní como el “Nido de Espionaje”, desde 1979.
En alusión al asesinato del entonces comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, en un bombardeo realizado el 3 de enero, en Irak por orden del presidente de EE.UU., Donald Trump, Abu Sharif ha denunciado que “los criminales más grandes” en el mundo pertenecen a la civilización del Occidente.
Los estadounidenses y los europeos, de acuerdo con el miembro de la Yihad Islámica, son “salvajes” y propagan “la civilización del asesinato” y de “la hostilidad”, tal y como se puede observar en sus películas, ha insistido.
Los occidentales solo fingen ser simpatizantes de la democracia, dado que “nunca han usado su poder para defender a la humanidad y ejercer la justicia”, ha denunciado Abu Sharif, antes de mencionar que tal ideología salvaje occidental también es responsable de la represión de los judíos durante la Alemania Nazi.
Al respecto, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, indicó el viernes que “los caballeros” estadounidenses y europeos que se sientan en la mesa de diálogos son “los mismos terroristas” que bombardearon el aeropuerto de Bagdad, matando al teniente general Soleimani.
El alto estratega iraní había contribuido, en gran medida, a la erradicación del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Irak y Siria, entre otros complots que habían urdido, EE.UU., y sus aliados, para la región, rica en reservas naturales, entre ellas el petróleo.
Por esta razón, Washington se encargó de la eliminación del alto comandante iraní y asumió, con gran orgullo, su asesinato, mientras no se encontraba en una misión militar.
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