• El momento de lanzamiento de un misil iraní.
Publicada: miércoles, 8 de enero de 2020 3:16
Actualizada: miércoles, 8 de enero de 2020 13:14

Si EE.UU. comete otro nuevo error, Irán golpeará más objetivos de EE.UU. con misiles, según un informe publicado en la agencia iraní de noticias Fars.

El Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) ha confirmado que misiles tierra-tierra de su División Aeroespacial han golpeado la madrugada de este miércoles la base aérea Ain Al-Asad, ocupada por el “Ejército terrorista y agresor” de EE.UU. en Irak.

En un comunicado difundido en los medios locales, el CGRI ha corroborado “los fuertes ataques misilísticos” de Irán a dicha base estadounidense en represalia por la muerte del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes, en un atentado perpetrado por EE.UU.

Los medios locales iraníes, tras la primera ola de ataques misilísticos contra las fuerzas norteamericanas, han informado de una segunda ola.

Conforme a una noticia divulgada por la agencia iraní de noticias Fars, existe la probabilidad de que, en caso de un error en forma de ataque de Estados Unidos, las fuerzas iraníes lancen una tercera ola de misiles contra objetivos estadounidenses.

 

Por su parte, el Departamento de Defensa (Pentágono) de EE.UU., ha corroborado que los objetivos militares atacados por los misiles iraníes eran la base aérea Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar y utilizada por las tropas norteamericanas desde la invasión de Irak en 2003, y otra en Erbil, capital del Kurdistán iraquí.

La madrugada del viernes el teniente general Soleimani y el subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y sus compañeros cayeron mártires en un ataque aéreo lanzado por EE.UU. contra los vehículos en los que viajaban cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad (capital iraquí).

La muerte del teniente general Soleimani generó un consenso contra Washington, tanto en Irán como en otros países del mundo. Las autoridades persas, incluido el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, calificaron el ataque de “acto de terrorismo internacional” y advirtieron a los “criminales” de EE.UU. de que les esperaba una “dura venganza” por el asesinato de su héroe, que era “la cara internacional de la Resistencia”.

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