China ha aumentado significativamente sus importaciones de petróleo iraní tras la emisión de nuevos cupos que permiten a las refinerías privadas —conocidas como Teapot Refiners— acceder a cargamentos almacenados en superpetroleros fondeados frente a sus costas, según informó Bloomberg este miércoles.
Estas plantas, ubicadas principalmente en la provincia oriental de Shandong, han comenzado a retirar petróleo almacenado en depósitos portuarios y en buques que aguardaban desde semanas frente a la costa.
El nuevo paquete de autorizaciones, otorgado a finales del mes pasado, asciende a entre 7 y 8 millones de toneladas métricas, distribuidas entre casi veinte plantas independientes.
La medida permitió que dos superbuques petroleros, que llevaban semanas inactivos cerca de puertos en la provincia de Shandong, pudieran finalmente descargar esta semana. Entre ellos se encontraba un buque con bandera de Panamá que entregó dos millones de barriles de crudo iraní en el puerto de Rizhao.
Debido a las sanciones estadounidenses, China no registra oficialmente las compras de petróleo iraní en sus datos aduaneros. Sin embargo, el gigante asiático se ha convertido en el mayor cliente de crudo iraní desde 2019, cuando Washington intensificó las restricciones contra países y empresas que importaban petróleo desde Irán.
Según firmas de análisis energético, las importaciones chinas de crudo iraní han alcanzado en los últimos meses niveles récord, rozando los dos millones de barriles diarios.
Este flujo constante se ha mantenido pese a la reciente reimposición por parte de Naciones Unidas de una serie de sanciones nucleares contra Irán en septiembre, lo que demuestra la resistencia del comercio energético sino-iraní frente a las presiones internacionales.
De igual manera, pese a la presión de Washington, el ministro de Petróleo iraní, Mohsen Pakneyad, anunció que la producción petrolera de Irán aumentó en 120 000 barriles diarios entre enero y septiembre de este año.
mep/mrg
