Todas las partes del conflicto deben someterse a algún tipo de justicia transicional, algún tipo de proceso para respetar y hacer respetar los derechos de las víctimas, lo tenemos que asumir.
"Esta paz no puede ser una paz con impunidad", ha precisado el mandatario que impulsa desde noviembre de 2012 las rondas de negociaciones en La Habana, capital cubana, con el objetivo de acabar con 50 años de conflicto armado.
Santos ha advertido de que todas las partes del conflicto –paramilitares de la derecha, guerrilleros, narcotraficantes, entre otros- deben someterse a “algún tipo de justicia transicional, algún tipo de proceso para respetar y hacer respetar los derechos de las víctimas, lo tenemos que asumir”, ha insistido.
El Gobierno, ha afirmado, garantiza a los afectados que "se les va a respetar el derecho a la justicia y eso es lo que espero que las FARC entiendan", recalca el mandatario.
Según Santos, "la única forma de blindar el resultado de estos acuerdos" y que más tarde las partes involucradas en el conflicto no sean criminalizadas, es que acepten ser condenadas por "algún sistema de justicia transicional, como lo determina la ley internacional".
“Un proceso con total impunidad es imposible - ha reiterado-. Ahí está el meollo del problema, si la guerrilla acepta como tiene que aceptar la justicia transicional, yo creo que ahí se destraba todo este proceso y llegaremos a un final feliz”, ha manifestado en una entrevista concedida hace unos días a la agencia de noticias Reuters.
Un proceso con total impunidad es imposible - ha reiterado-. Ahí está el meollo del problema, si la guerrilla acepta como tiene que aceptar la justicia transicional, yo creo que ahí se destraba todo este proceso y llegaremos a un final feliz.
Sin embargo, los miembros de las FARC pese a que reconocen su culpabilidad en algunos hechos, no están dispuestos ir a la cárcel al término de los diálogos, pues a su entender, la responsabilidad de este conflicto es compartida.
El viernes, la guerrilla colombiana criticó que la dilatación de la apertura de los archivos relacionados con el conflicto en el país a fin de confirmar la responsabilidad del Gobierno como principal victimario del conflicto.
El mandatario ha celebrado el respaldo a esas pláticas en la VII Cumbre de las Américas, celebrada el fin de semana en Panamá. "Ojalá las FARC escuchen. Aquí hay una oportunidad de oro y las oportunidades vienen y se van", ha expresado.
Por su parte, las FARC emitieron una declaración en la que agradecen el apoyo de los gobernantes presentes en la cita de Panamá.
Las delegaciones del Gobierno y las FARC, en su ciclo 35 de conversaciones iniciado la semana pasado, tienen sobre la mesa los temas de víctimas, dejación de armas y fin del conflicto, que también incluye el asunto de la justicia para quienes hayan participado en los violentos choques de más de cinco décadas que han dejado más de 220.000 muertos y al menos 5,3 millones de desplazados.
De una agenda de seis puntos, las partes han logrado consensuar tres (reforma rural, participación política y drogas ilícitas).
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