• En 2019, EEUU y China siguen sumergidos en una batalla comercial
Publicada: sábado, 28 de diciembre de 2019 9:12
Actualizada: sábado, 28 de diciembre de 2019 21:08

En 2019, EE.UU. y China, las dos mayores economías del mundo, siguieron sumergidos en una amarga batalla comercial.

Washington llevó la lucha hasta apuntar no solo contra el sector tecnológico, sino contra la estructura política del gigante asiático.

El conflicto comercial entre Washington y Pekín, que comenzó en 2018, continuó en 2019 con más fuerza. En el marco de la batalla, las partes aplicaron mutuamente fuertes aranceles a miles de productos y amenazaron con nuevas escaladas, sin un final claro a la vista.

La chispa de la disputa fue prendida por el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien acusó a China de realizar prácticas comerciales desleales y robar la propiedad intelectual de muchos productos estadounidenses.

Según expertos en economía, las medidas de Donald Trump tienen raíz en sus temores por la creciente influencia de Pekín en todo el mundo.

Desde la masiva iniciativa de Un Cinturón y Una Ruta, el plan “MADE IN CHINA 2025”, hasta la creciente importancia de compañías como Huawei y Alibaba, todos han contribuido a esas inquietudes e hicieron que el mandatario estadounidense, pese a los diálogos comerciales en curso, anunciara el 9 de mayo un aumento en las tarifas a los productos chinos: de 10 % a 25 %.

Sin embargo, China no tardó en reaccionar. Anunció aranceles de entre el 5 y el 25 % a productos estadounidenses por un valor conjunto de 60 mil millones de dólares.

Mientras, Washington y Pekín continuaban con sus aranceles mutuos en los siguientes meses, tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como la ONU advirtieron sobre las réplicas de esa batalla comercial. Dijeron que debilitaría la economía global.

En diciembre, las partes anunciaron un acuerdo preliminar, diciendo que aún algunas de las cuestiones más polémicas siguen sin resolverse.

Pero, la Administración de Trump, como uno de sus últimos cartuchos a quemar para presionar a China, firmó dos proyectos de ley en apoyo a las protestas antigubernamentales en Hong Kong.

Las manifestaciones, iniciadas el 31 de marzo, son en contra de una serie de enmiendas a la actualmente suspendida ley de extradición de delincuentes a China.

Pekín, desde el inicio de las protestas, ha advertido de las consecuencias por la injerencia de EE.UU. en sus asuntos internos.

Dice que tiene pruebas contundentes de la involucración de EE.UU. y otros países en la tensión que vive Hong Kong. Subraya que esa isla es parte de su territorio y que son asuntos internos de China.

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