De acuerdo a un informe del portal China Morning Post, Pekín ha iniciado la producción en masa de su primer interceptador radar, un dispositivo diseñado específicamente para identificar y rastrear el caza furtivo F-22 de Estados Unidos. Esta tecnología, denominada “receptor de fotones”, es capaz de detectar la unidad de energía más pequeña: un fotón individual.
El dispositivo, bautizado como el “atrapafotones” puede detectar un solo fotón —la unidad de energía más pequeña—, lo que lo convierte en un componente central para tecnologías de vanguardia, como la comunicación y el radar cuánticos, destinados a la detección y seguimiento de aviones furtivos.
El Centro de Investigación de Tecnología de Ingeniería de Información Cuántica en la provincia de Anhui, este de China, está detrás de este logro, el cual fue reportado el pasado viernes por el Diario de Ciencia y Tecnología, una publicación del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China.
Esta capacidad es fundamental para el desarrollo de tecnologías avanzadas, como las comunicaciones y los radares cuánticos, claves en el rastreo de aviones furtivos. El receptor desempeña un papel crucial en estos sistemas, permitiendo identificar cambios mínimos en los campos cuánticos.
El interceptor de fotones utiliza fotones entrelazados para detectar variaciones ínfimas, revelando así la posición de estos cazas que son prácticamente indetectables para los radares convencionales. Esta innovación podría alterar el equilibrio de poder aéreo, representando un desafío significativo para la ventaja tecnológica que hasta ahora mantenía Estados Unidos con sus aviones furtivos.
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